Esto casi no es común, para nada… Resulta que, aunque no seamos descubiertos, la mayoría ha consumido ciberporno. Pero, ¿esta practica es sinónimo de infidelidad?
Para los que aún no pueden perdonar a su pareja porque la encontraron viendo pornografía, sepan que este puede ser un buen punto de partida para entablar diálogos de un tema que se habían negado a explorar.
En entrevista con SDPNoticias, Valeria Schapira, experta en relaciones de pareja, comentó que consumir porno puede no ser tan malo como parece, pues cuando una relación está tambaleándose y siente que ya nada enciende la chispa, esto puede resultar estimulante.
En realidad, cuando alguien se siente traicionado, es porque piensa que la pareja ve pornografía a escondidas por el hecho de que se excita con otro completamente externo a la relación. Sin embargo, tomen en cuenta que todos, excepto los asexuales, somos capaces de
excitarnos al mirar un acto sexual, simple y sencillamente porque somos seres visuales.
Ahora, los celos y el ego son factores que pueden actuar en nuestra contra cuando se descubre a la pareja, pues realmente deberíamos aprovechar la oportunidad para revitalizar la vida sexual. Es cierto que cada relación tiene sus contratos, pero los problemas ocurren cuando existe una falta de diálogo.
Ver pornografía juntos permite abrir la posibilidad de comunicación en el ámbito sexual; es una opción de probar nuevas cosas que quizá no te atrevías a sugerir.
Lo realmente escencial en este contexto es que, se deben medir líneas de diferencia entre lo que se está viendo en pantalla y lo que hay en casa. Comprar un estereotipo de lo que es la sexualidad podría ser contraproducente porque después nos damos cuenta que no vamos a rendir igual que un actor porno o que tal vez nuestro compañero no está dispuesto a acceder a nuestras fantasías.
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