En Venezuela se daña un riñón a causa de un corte eléctrico y se atiende un parto con luces de celulares

En Venezuela se daña un riñón a causa de un corte eléctrico y se atiende un parto con luces de celulares

“Nos encontramos en un despeñadero en materia de salud pública: a los médicos se les va la vida de los pacientes de las manos, no porque no tengan el conocimiento y la preparación suficientes para atenderlos, sino porque, lamentablemente, no hallan con qué atenderlos”.

 

 

Tal es el diagnóstico que emite sobre la precariedad del área asistencial la presidenta del Colegio de Médicos del Zulia, Dianela Parra, al abordar, en  específico, el dramático caso de Alexis García, paciente cuyo trasplante de riñón se frustró el jueves de la semana pasada debido a la incidencia de un apagón; y, en general, en torno a las muy diversas anomalías que se registran en el sector.

 

 

“Casos como el que hubo en el Hospital Universitario de Maracaibo, con un  paciente ya en quirófano, despertándose al cabo de la fallida operación para enterarse, finalmente, que la intervención no había concluido satisfactoriamente, ocurre en todos los nosocomios de la entidad y del país”, manifestó la facultativa.

 

 

Y es que lo acontecido con García –  culminar una espera de tres años por un donante para que el órgano que le iban a trasplantar se dañara, tras mantenerse sin la debida refrigeración por efecto del corte eléctrico en el HUM, obligando a los galenos a ‘abrirlo y cerrarlo’ – revela las terribles condiciones en la prestación de los procedimientos clínicos.

 

 

Dentro del crítico momento, “afortunadamente, el equipo de anestesia tenía reservas para tres horas. Pero el trasplante no se completó al irse la luz en el hospital, perdiéndose el riñón. Ahora, el paciente Alexis García seguirá en diálisis hasta ubicar un nuevo órgano para él”, explica la profesional, recordando que la lista de personas que se mantienen en espera en extensa, además de que se requieren medicamentos para evitar un eventual rechazo.

 

 

Centros asistenciales desasistidos

 

 

Parra, quien también es dirigente gremial del partido Acción Democrática, enumera una serie de falencias que perjudican el normal desenvolvimiento de las instituciones de salud. “Junto al problema de la energía eléctrica, tenemos también el del irregular suministro del agua, elemental para garantizar la asepsia, que no haya contaminación bacteriana ni de ningún tipo. Asimismo, en el Hospital Universitario de Maracaibo hay problemas con el mantenimiento de los aires acondicionados”, dijo.

 

 

“En la sala de la Unidad de Diálisis, donde los pacientes tienen que acudir a diario, esta circunstancia es preocupante, pues hay aparatos que desprenden mucho calor”, agrega la calificada vocera, refiriendo que la Unidad de Cuidados Intensivos se encuentra, igualmente, sin aire acondicionado, teniendo que permanecer “con las ventanas abiertas”.

 

 

Parra señala que se verifican contingencias en las cuales el usuario del HUM no es, precisamente, “paciente”. “En el octavo piso, donde funciona Pediatría, un grupo de madres decidió, en suceso reciente, cerrar el servicio y secuestrar a médicos y enfermeras para exigir la presencia del director, a fin de que atendiera la dotación de insumos en dicho nivel, luego de que se produjera la muerte de tres niños por falta de equipos y medicamentos. Por supuesto, las madres no estaban dispuestas a dejar morir a sus hijos”, enfatizó.

 

 

“En el Hospital Chiquinquirá han fallecido siete recién nacidos porque no hay las condiciones para garantizar la incubadora, así como fármacos que necesitan, fundamentalmente, los niños prematuros”, denunció la dirigente, quien aludió, en el mismo insólito tenor, que en el Materno Infantil de San Francisco, otro de los principales centros de atención de la capital zuliana, “tuvieron que terminar las suturas de la césarea de una paciente con las luces de los celulares”.

 

 

Ni una inyección de ánimo

 

 

Dianela Parra asevera que la crisis es integral: en materia de dotación, servicios, recursos humanos y de políticas de prevención, protección o de inmunizaciones, cubriéndose, como consecuencia, apenas, el 70 % de los requerimientos, al citar, verbigracia, lo que pasa con las vacunas.

 

 

“Por ejemplo, tenemos una epidemia de varicela porque no hay la vacuna, tenemos casos de sarampión y, ahora, tenemos el agravante de que en los niños que se tienen que vacunar en los primeros 30 días contra la tuberculosis – la BCG -, tampoco hay vacunas”, apunta.

 

 

“Por otro lado, también está la situación de las trabajadoras sexuales: no hay preservativos, no hay antibióticos para cortar las infecciones que ellas puedan contraer ni tampoco medicamentos para el VIH. Tampoco se consiguen anticonceptivos”, acotó, mencionando, aparte, que el denominado Servicio Farmacológico (Sefar) no recibe las partidas presupuestarias suficientes, operando a la mitad de su capacidad instalada.

 

 

Entre algunas de las causas por las cuales se presentan estas irregularidades en el sistema público de salud, la portavoz deplora los lineamientos centralizadores. “Durante el gobierno de Hugo Chávez Frías se impuso que todo debía canalizarse por Caracas. Todo lo que se va a invertir en materia de insumos, de medicamentos, de equipos, de modificaciones de infraestructura, tiene que ser autorizado desde la capital de la República”, reclamó.

 

 

Etiología de la crisis, récipe el 6D

 

 

“Esto acontece ante la mirada indiferente del Gobierno Nacional. Nosotros le exigimos al presidente Nicolás Maduro que fije su vista en la salud, que es un derecho gratuito de los venezolanos. Y eso que los médicos hacen todo lo que pueden en las dependencias hospitalarias, pese a que sueldo ascienda a solo 7821 bolívares. Por debajo de todo el escalafón obrero, personal administrativo y profesional se sitúan los médicos en el sector público de la salud”, espeta.

 

 

“Debe haber una gestión responsable de salud en el día a día, no casuística, temporal o mediática. La dotación tiene que ser permanente de acuerdo con la morbilidad y las cifras de mortalidad registradas en los boletines semanales que debe publicar el ministerio”, sugiere, aludiendo que desde el despacho oficial correspondiente no se ofrece información epidemiológica desde noviembre del año pasado.

 

 

“La alternativa es que exista un Ejecutivo serio, que garantice el derecho a la salud que tienen los ciudadanos y se disponga flexibilizar los mecanismos para el mantenimiento, para la adquisición de equipos y medicinas. Y la flexibilización de mecanismos pasa por el otorgamiento de facilidades para la obtención de divisas a las empresas y laboratorios calificados que importan los costosos materiales e insumos provenientes de otros países”, sentencia, recordando que las autoridades de la nación no se han preocupado por desarrollar tecnologías que permitan al sector asistencial independizarse desde el punto de vista científico.

 

 

“El Gobierno Nacional hace las cosas a su libre albedrío; aquí no se realizan concursos para los cargos, no se respetan las contrataciones colectivas ni se convocan, no se respetan los derechos de los médicos, de los empleados, de los pacientes, el decoro de las mujeres cuando van a parir, no hay consultas, hay hacinamiento”, enuncia acerca de las estaciones de este verdadero viacrucis.

 

 

“Los nuevos diputados que van a resultar elegidos en la Asamblea Nacional tienen que dedicarse más a áreas tan importantes como lo son la salud y la seguridad social del pueblo venezolano”, concluye la presidenta del Colegio de Médicos del Zulia, Dianela Parra, al urgir el bálsamo que aspira la ciudadanía el próximo 6 de diciembre en el objetivo prioritario de cambio democrático en Venezuela.

 

 

Nota de prensa

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