Nueve meses de racionamiento de agua potable en Gran Caracas, sin fecha de caducidad, e incumplimiento del «cronograma especial de abastecimiento» han sufrido sus habitantes por fallas en el sistema de suministro, informaron voceros de Hidrocapital.
En la estatal reconocen que por la sequía, daños en tuberías y sistemas de bombeo, no se ha podido eliminar el racionamiento de agua. «La directiva desconoce en qué fecha se normalizará el servicio», dijeron.
En Hidrocapital agregaron que el bajo caudal de agua impide cumplir el cronograma de racionamiento en Vargas y Libertador, y por eso informan a diario dónde fallará el líquido.
En Vargas, el racionamiento de agua potable se agudizó los últimos 15 días por los bajos caudales en las fuentes de captación en los ríos de Chichiriviche y Puerto Cruz, y por las fallas eléctricas en la estación de bombeo de Puerto Maya.
«De 900 litros de agua por segundo que aportan las captaciones en el oeste de la región, con la cual se surte a más del 70% de la población de Vargas, actualmente solo se están captando 380 litros por segundo entre Puerto Cruz, Puerto Maya y Chichiriviche, cantidad fuertemente reducida cuando la estación de bombeo Puerto Maya queda fuera de servicio», explicó Verónica Cañizales, gerente regional del Acueducto Litoral.
Aseguró que la captación actual desde los ríos Puerto Cruz y Chichiriviche apenas alcanza 180 litros por segundo, los cuales a su vez se ven disminuidos debido a que 40% de esta agua se queda en los llenaderos de Picure y Mamo.
Esta situación provoca que cada hogar de Vargas reciba agua cada 21 días. En zonas altas se extiende hasta 45 días.
«La crisis de agua nos obligó a aumentar los operativos de abastecimiento con cisterna a comunidades con mayor tiempo de espera, y en los centros de salud y de educación», aseguró el gobernador Jorge García Carneiro, quien anunció que incorporarán esta semana otras 32 cisternas.
Caracas con fallas
En los cinco municipios de la ciudad aún falla el agua, los más afectados son Sucre, Chacao y Libertador.
José Luis Pomarico encargado del Instituto Municipal de Aguas y Acueductos de Sucre (Imas), aseguró que a la fecha la estatal de agua no ha presentado un plan para la corrección y reparación del sistema hidrológico de Caracas.
«Hidrocapital es la fuente que nos abastece para distribuir el líquido», aseguró y enfatizó que la fila norte de la parroquia Petare es la más afectada. Allí las comunidades reciben agua martes y sábado, cada 21 días.
Afirmó que la tubería que surte al sistema de bombeo de La Guairita, donde se almacena el agua que se distribuye en gran parte del municipio, está en condiciones extremas.
Gladys Rodríguez, directora de Gestión Urbana de Chacao, señaló que en este municipio racionan el agua dos veces por semana. «Nunca sabemos que días se irá porque no cumple el cronograma de Hidrocapital».
Hasta mediados de diciembre 2014, en Chacao fallaba el agua siete días seguidos. «Sostuvimos dos reuniones con el equipo técnico de Hidrocapital y alegaron que no llovía en las cabeceras de los ríos de los Valles del Tuy», indicó Rodríguez.
Voceros de la alcaldía de Libertador relataron por su parte que en las partes altas de Catia, La Vega, Propatria y Casalta llega el agua cada ocho días.
Norberto Bausson, ingeniero y expresidente de Hidrocapital, destacó que el problema con el agua ya no está centrado en embalses vacíos o llenos, si no en la rehabilitación de bombas, tuberías y plantas de tratamiento. «Todas se han dañado, no se ha hecho un embalse en los últimos 15 años y los servicios públicos crecen sin un plan de ampliación del sistema».
Sostuvo que las fallas de agua inciden gravemente en la salud. «Incurren en maniobras que bajan la calidad del agua. Al dar servicio discontinuo se vacían y llenan de aire las tuberías y se remueven materias internas que daña la calidad del agua. La escasez hace que la gente almacene agua que pierde el cloro residual y la hace no potable». Explica que en el país existen 100 embalses que no se dan abasto, por lo que se hace necesario sanear y reparar las cuencas.
NADESKA NORIEGA ÁVILA , JORGE HERNÁNDEZ
EL UNIVERSAL