Henrique Capriles Radonski dejó el retiro voluntario en el que se había refugiado. Desde hace una semana su nombre se escucha en los corrillos políticos, para una u otra cosa, no todas muy claras y, más bien, muchas de ellas parecieran fruto de la especulación. El caso es que está de vuelta, para bien o para mal, guste o no.
Cuestionó el llamado Pacto Unitario al que convocó Juan Guaidó y le dijo que debía atender los problemas de las mayorías, que con negar el voto y propiciar la abstención no se hacía nada si no se diseñaba una ruta que terminara realmente con la salida de Maduro del poder, palabras más o palabras menos. En eso coincidió con los obispos de la Iglesia Católica. “Tenemos que poner los pies sobre la tierra y no seguir alimentando fantasías”, señaló.
¿Qué busca Capriles? ¿Qué es lo que quiere? Nos lo preguntamos porque no tenemos claridad sobre sus intenciones y creemos que, con lo expuesto en ese comunicado difundido por sus redes sociales, deja todavía mucho a la imaginación, quizás a eso que llama él “alimentar fantasías”.
¿Quiere participar en las elecciones parlamentarias convocadas por Maduro? ¿Se imagina un escenario como el de 2015, cuando la oposición arrasó con las curules de la Asamblea Nacional o está pensando en otra cosa?
Ya los que pescan en río revuelto se frotan las manos imaginando unas parlamentarias en las que participe y sea el abanderado opositor que permita legitimar unas elecciones que, hasta ahora, según todo lo avanzado, no llevan a ninguna parte.
¿Se complace Maduro con la participación de Capriles? No en vano el opositor tiene inscrito ante el Consejo Nacional Electoral su propio partido, La Fuerza del Cambio, lo que facilitaría las cosas. Y es como mucha casualidad que el mismo organismo electoral, en voz de su presidenta, Indira Alfonzo, prorrogara todavía más la inscripción de candidatos. ¿Esperan que se decida?
Ayer incluso se especulaba sobre su participación en la eventual liberación de presos políticos, otra vez como moneda de canje, una condición para un posible cambio de postura de la oposición. ¿Será verdad? ¿En qué andará Capriles?
Editorial de El Nacional