Bañistas y comerciantes de Playa Pantaleta son víctimas frecuentes de los “rateros” que se llevan las pertenencias que dejan los temporadistas en las sillas, mientras se dan un chapuzón.
Los comerciantes también son víctimas de esta delincuencia con robos en sus negocios y les han forzado los quioscos para llevarse los equipos.
Asiduos visitantes del balneario han señalado que esta situación es nueva, “porque esta era una playa tranquila donde podíamos disfrutar del mar sin mayores sobresaltos”, dijo una bañista que acostumbra a bajar todos los fines de semana. La comunidad y los comerciantes hacen un llamado a las autoridades para que coloquen un punto de control en la zona, con el fin de evitar los robos.
Aseguran los quiosqueros que estos robos les están espantando a los clientes, en una playa que, de por sí, es poco visitada.
Sin zapatos. Hace 15 días, una bañista frecuente de esta playa decidió lanzarse al mar para darse un chapuzón antes de regresarse a Caracas. Dejó sus zapatos a un lado de la orilla y cuando volvió ya no estaban. “Me quedé sin los zapatos; no es por lo que costaran, sino que tuve que regresarme descalza, porque no había llevado otros”, contó la afectada. Así como ella, son muchos los que se quedan sin toallas y hasta sin sus carteras.
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