El anuncio de la tarjeta de abastecimiento seguro ha generado diversas reacciones en la opinión pública, por considerar que la misma será utilizada para «racionar» las ventas de alimentos en las redes comerciales del Estado.
Voceros del Gobierno han desestimado que el novedoso instrumento esté diseñado con ese fin, sino para frenar el contrabando de esos alimentos. No obstante, en la red estatal ya están implementados algunos mecanismos para restringir las ventas de alimentos.
La primera semana de febrero se implementó un plan piloto en Pdval que limita la compra de alimentos básicos a una vez por semana. Las personas son registradas con la cédula de identidad para llevar el control.
De momento el sistema de compra programada, como ha sido denominado, se aplica en el punto ubicado en la torre Diana, en la Parroquia de San José.
Argumentan que el programa fue creado para combatir la extracción de alimentos y «el bachaqueo», productos que luego los venden a un precio superior en el mercado informal y en Colombia.
En Mercal también fue implementado un mecanismo de control que no permite que las personas compren dos veces los mismos productos, el mismo día. Una vez que compran quedan registrados con el número de la cédula.
El año pasado, el Gobierno en alianza con las cadenas de supermercados aplicaron un sistema de restricción en el que limitaban a las personas que residen en el estado Zulia comprar alimentos prioritarios una vez por semana. En el Táchira deben presentar un recibo de un servicio básico para demostrar que residen en ese estado.
El Universal