En la sala de espera del cine nacional solo hay incertidumbre

En la sala de espera del cine nacional solo hay incertidumbre

Varios realizadores atribuyen a problemas económicos el retraso de sus filmes. Otros evitan dar detalles sobre las razones de la demora. Hay películas que se terminaron de filmar hace más de diez años

 

Hay promesas en el cine venezolano, pero no de aquellas que se inscriben en el lugar común de posibles éxitos, sino de esos largometrajes que se han convertido en una trama de suspenso por la incertidumbre que hay con sus estrenos.

 

 

En la programación del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía figuran decenas de cintas que aún no tienen fecha por diversas razones. Una de ellas llama la atención por el tiempo que ha transcurrido desde la finalización del rodaje. Es El irrigador de Milton Crespo, una coproducción que se presta a confusión: en una búsqueda en Internet arroja un perfil en IMDB como si se hubiera estrenado en el año 2000.

 

 

Antonio Cuevas recuerda varios detalles que le llamaron la atención durante su participación en el rodaje, que terminó a principios de 1999. “El primer día hicimos casi nada, el segundo un poquito más. En la primera semana no se habían cumplido dos días de filmación”, dice el actor, que interpretó a un sacerdote en la cinta.

 

 

Crespo asegura que está lista. “En esa época ocurrió el deslave de Vargas, empezó el proceso constituyente y hubo diversas elecciones. El país atravesó una situación difícil”, argumenta sobre el retraso. Mientras habla por teléfono advierte que está a punto de entrar a una reunión. “Tuvimos problemas para transferir a digital. Se hizo muy costoso. La retomé en diferentes momentos, nunca paramos”.

 

 

Poco después interrumpe para decir que tiene que cumplir con el compromiso. Al día siguiente no contestó ni respondió más mensajes.

 

 

En 2012, en la página de Aporrea, el Frente de Trabajadores y Trabajadoras de Ávila TV acusó a Crespo, recién designado presidente de ese canal, de no terminar El irrigador. “Sería producido por Bolívar Films y dicho material nunca fue finalizado, debido a que el flamante señor no ha pagado a la productora el dinero acordado y se desconoce el destino de estos recursos”.

 

 

Luis Guillermo Villegas Barthell, presidente de Bolívar Films, afirma que actualmente no existe ninguna deuda. El largometraje estuvo en la compañía hasta 2015. Ahí se realizó la posproducción y la incorporación de efectos. Según el cronograma de las distribuidoras venezolanas podría verse a partir del 16 de septiembre.

 

 

Otra promesa es Alias Bambi C-4, la cinta que dirigió Eduardo Barberena, fallecido en 2015. Desde hace más de un lustro se espera por su lugar en la cartelera, pero en años recientes se ha presumido cada vez menos del proyecto, inspirado en el ex agente de la CIA Luis Posada Carriles.

 

 

Nelson Carranza, productor general, reitera que el filme está terminado. “Ese largometraje fue un encargo y toca temas delicados. De hecho, tuvimos que rodar 10 escenas más para que no fuera tan político”, señala sobre una historia en la que el personaje inspirado en Posada Carriles es contratado por la oposición en Venezuela para asesinar a uno de sus dirigentes y culpar al gobierno.

 

 

“Terminamos de grabar en 2010, pero el estreno depende de la Villa del Cine. Eduardo y Gustavo Michelena, el guionista, querían una audiencia para pedir que la exhibieran. Desde que murió el cineasta no he vuelto a saber del tema”, dice sobre un trabajo que no aparece en el cronograma del CNAC. Tuvo un presupuesto de 3 millones de bolívares, según Carranza.

 

 

Alfredo Lugo espera proyectar pronto Un tiro en la espalda, actualmente en posproducción. “La filmación finalizó en 1997, pero abandoné el proyecto porque estuve muchos años en el exterior. Otra de las razones que influyó fue la dificultad de promover un lenguaje diferente al del cine comercial, eso me desencantó. Pensé que no valía la pena continuar”.

 

 

La película, que posiblemente llegue a las salas este año, tiene como protagonistas a Mauricio Rentería, Margarita Hernández y Marian Valero. Recientemente se colorizó en Buenos Aires. El realizador tiene entre sus próximos proyectos Sopa de letra, que define como una sátira con la misma orientación de Los tracaleros.

 

 

En el cronograma del CNAC también están en espera el documental sobre Omar Vizquel A mano limpia de Rafael Dubois. Desde el año 2011 circula en Internet el tráiler. “Nos hacen falta recursos para la posproducción, que en buena parte se desarrolla en el extranjero. También esperamos por los permisos de la Major League Baseball. Con el CNAC hemos tenido malentendidos en cuanto a la forma del financiamiento”, añade el director, que vive en Miami.

 

 

Aun cuando hayan transcurrido muchos años de la realización de estos filmes, hay ejemplos de producciones que han sido estrenadas mucho tiempo después. Es el caso de Los pájaros se van con la muerte de Thaelman Urgelles, que se rodó en 1999 y llegó a la cartelera en 2013. “Mi actividad política de entonces influyó. Me involucré mucho con la oposición y me alejé un tiempo del cine”, recuerda.

 

 

Otras cintas que esperan fecha de estreno son Historias pequeñas de Rafael Marziano, La planta insolente de Román Chalbaud y Blindadode Carlos Malavé.

 

 

El Nacional escribió dos veces al CNAC para conocer su opinión sobre el tema, pero no recibió respuesta.

 

 

La Cifra

 

 

En años han pasado desde el estreno en Colombia de La vida era en serio, una coproducción con Venezuela dirigida por Mónica Borda que aun no se ve en el país

 

 

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