Como símbolo del compromiso de Canadá con la corona británica, las cataratas del Niágara y la torre CN de Toronto se iluminaron de azul el pasado lunes por la noche en honor del niño que dio a luz la duquesa de Cambridge, Catalina.
La torre CN, que domina la capital económica canadiense con sus 553 metros de altura, será iluminada de azul «sólo por esta noche», dijo a la AFP un portavoz.
Las cataratas del Niágara, uno de los lugares turísticos más concurridos en la frontera entre Estados Unidos y Canadá, también serán iluminadas de este color, según informaron los medios locales.
El tercero en el orden de la sucesión al trono británico, el «bebé real» es el «futuro soberano de Canadá», recordó el primer ministro Stephen Harper al desearle «salud y felicidad a los nuevos padres» en un comunicado.
Canadá es una monarquía parlamentaria miembro de la Commonwealth que tiene en la actualidad como jefe de Estado a la reina Isabel II, representada en Ottawa por el gobernador general David Johnston.
El nacimiento del hijo de Catalina y el príncipe Guillermo ha sigo muy seguido en el país, con la excepción de Québec, la provincia francófona que ha intentado en dos ocasiones lograr su independencia.
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