En la ciudad gasífera funciona un solo comedor para la población más vulnerable. El resto fue clausurado bajo el argumento de que “no hay pobreza extrema”
De las 15 casas de alimentación que fueron abiertas en el municipio Anaco, sólo una está funcionando y recibe a las personas “cuando hay comida”.
La denuncia fue hecha por Reina Berroterán, quien agregó que esas casas estaban bajo la coordinación de la Fundación Programa de Alimentos Estratégicos (Fundaproal), creada por el Ministerio de Alimentación Popular. Añadió que hace dos meses “fueron cerradas por los coordinadores regionales bajo el argumento de que ya no hay pobreza extrema”.
Berroterán explicó que estos comedores eran una alternativa alimentaria para la población más vulnerable y fueron cerrando paulatinamente.
“De las 15 que iniciaron quedaron seis, pero actualmente sólo está abierta la que está ubicada en la Casa Hogar Engracia de Eddings. Ellos ofrecen alimentos cuando tienen. Hoy (ayer) no tenían nada)”.
Precisó que las demás estaban localizadas en los sectores Simón Bolívar, 17 de Diciembre, Libertad, Alí Primera, Las Vegas y en las poblaciones de San Joaquín y Buena Vista.
Indicó que ella tenía a su cargo la Casa de Alimentación del barrio Simón Bolívar, donde diariamente recibía a niños, adultos y personas de la tercera edad. “En cada centro se atendían a 150 personas al día, en muchos casos eran familias completas, pero ahora todos ellos están pasando hambre”.
Agregó que cuando comenzó el programa, les ofrecían tres comidas diarias de lunes a sábado, pero “cuando empezó la escasez de productos, mermó la cantidad de alimentos que enviaban y ahora es muy poco lo que llega”.
También refirió que en cada centro contaban con cuatro madres procesadoras y un responsable, pero ahora todos quedaron sin el ingreso que percibían. “Mañana (hoy) realizaremos una reunión con todo el personal que quedó sin empleo para decidir las acciones que tomaremos a fin de que nos escuchen y puedan reabrir este programa para los más necesitados”.
Clamor
Yudith González es una madre soltera con tres niños que está desempleada. Considera que el gobierno debería retomar las iniciativas para apoyar a las familias de bajos recursos. “En vez de cerrar esas alternativas, deberían abrir unas nuevas y con más capacidad, porque la situación está muy difícil”.
En la Casa Hogar Engracia de Eddings realizan un trabajo callado y altruista, pero ahora están pasando trabajo para alimentar a los necesitados, entre ellos, niños huérfanos, enfermos y familias muy pobres. Cuando reciben donaciones de alimentos es cuando pueden ofrecer algo de comer, dijeron fuentes ligadas a este centro.
“Necesitan apoyo para seguir”, refirió Ana Díaz, vecina del bulevar anaquense, donde queda este albergue.
Sin opción
Familias de los sectores El Ocho, Colinas II y Nuevo Milenio acudían a la Casa de Alimentación ubicada en el barrio Simón Bolívar, en el sur de la ciudad gasífera.
Danela Luces
