«Lo que queremos es primero plantear que Venezuela se reintegre al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, que no es la OEA, es diferente, es volver a ratificar la Convención Americana de Derechos Humanos», comentó Petro
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, que acaba de culminar su gira por EEUU, se reunirá este sábado con una facción de la oposición radical venezolana conocida como Plataforma Unitaria, para trabajar de manera preparatoria a la Conferencia Internacional sobre Venezuela que se realizará el próximo 25 de abril en Bogotá, la capital colombiana.
El grupo opositor que participará en esta reunión afirma que ha decidido iniciar una nueva etapa en «democracia» y dejar atrás lo que ellos definieron como la «política de máxima presión» contra el Gobierno de Nicolás Maduro, que incluía un cerco diplomático internacional, así como la instalación de un Estado paralelo.
Además, esta facción promovió la retención de recursos del Estado venezolano en el extranjero, como las toneladas de oro en Reino Unido, entre otros bienes y fondos depositados en la banca internacional, y auspició la imposición de sanciones por parte de EEUU, la Unión Europea (UE) y demás gobiernos aliados a Washington.
Petro también se refirió a la reunión en una entrevista que concedió este viernes a Caracol Radio. Allí explicó que en esta ocasión, el sector opositor con el que sostendrá el encuentro es el mismo que ha participado en las conversaciones que se realizaron en México hasta finales de noviembre de 2022 y que actualmente están suspendidas.
«En todas partes las oposiciones son más diversas, no están en un solo sector (…) no es lo mismo una que otra, entonces mañana nos reunimos con la Plataforma Unitaria, que es el sector de la oposición que ha liderado las conversaciones en México», comentó el presidente colombiano.
«Vamos a ver cuál es la visión de la oposición venezolana (…) cuáles son sus reparos, por qué creen que se trabó el diálogo, en dónde tendríamos sus énfasis», agregó Petro.
Además, el mandatario aclaró que ni Colombia, ni ningún otro país, puede decir sobre los asuntos de Venezuela. «Al final no somos nosotros lo que decidimos, al final quién decide, en realidad, es el diálogo entre el Gobierno y su oposición».
Petro agregó en sus declaraciones del jueves que la solución de las tensiones en Venezuela está en lograr una balanza que permita avanzar en los dos rieles y en ese sentido, conseguir una salida pacífica y democrática al conflicto venezolano.
«En una parte de la balanza está el tema de las elecciones en Venezuela, pero en otra parte están las sanciones a Venezuela. Yo propuse que, en ese proceso, las conversaciones de la semana entrante y las que seguirán en México, gravitaran alrededor de construir dos rieles», explicó Petro.
Estas dos vías incluyen, por un lado, tratar el cronograma electoral venezolano «con garantías», así como el retorno de Venezuela al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, que es una propuesta hecha por Colombia y que no significa regresar a la Organización de Estados Americanos (OEA), instancia de la que el Gobierno venezolano decidió salir por las acciones de injerencia del organismo contra el país.
«Por el otro riel», agregó, está la «desactivación progresiva y paulatina de las sanciones» contra Caracas, para que se pueda llegar a un contexto país donde la población pueda decidir «libremente, sin sanciones, sin presiones, su propio destino social y político».
El presidente colombiano aclaró que él no funge como «mediador» sobre la cuestión venezolana, sino que ha procurado propiciar «un espacio» en Bogotá para tratar de destrabar la mesa de diálogo entre los actores venezolanos.
El grupo opositor afirma que en la reunión con Petro le expondrán «la difícil situación» que viven los venezolanos, así como «los pasos necesarios» para «rescatar la democracia» a través de «elecciones libres, observables y verificables, que cumplan con los estándares democráticos internacionales».
En la cita, dice la facción opositora, hablarán también de «la necesidad de concretar la liberación de todos los presos políticos», y «el necesario abordaje» de la agenda en el Memorando de Entendimiento suscrito en Ciudad de México, bajo «la facilitación del Reino de Noruega».
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó a inicios de semana que tiene «grandes expectativas» con respecto al evento organizado por Colombia. El mandatario contó que durante la reunión que mantuvo el domingo pasado con el canciller colombiano, Álvaro Leyva, le transmitió todo su apoyo a Petro, para que la cumbre sea «un éxito».
«Le manifesté todo el apoyo de Venezuela para que esa cumbre permita dinamizar y reanimar toda la lucha de nuestro país por lograr el respeto a nuestra independencia, a nuestra soberanía, y el levantamiento definitivo de todas las medidas coercitivas unilaterales sobre Venezuela», dijo Maduro.
El mandatario resaltó que el diálogo político que se promueve debe ser «soberano y permanente entre todos los sectores de Venezuela», una conversación «en paz» que permita «pasar la página de este tiempo de sanciones» y que la comunidad internacional respete la autodeterminación de su país y no cometa los errores de imponer medidas coercitivas unilaterales como lo ha hecho EEUU y la UE, como parte de una política de presión para conseguir la salida forzada del Gobierno venezolano.
El diálogo que adelantaban ambas partes en México se encontró con un muro, luego de que la facción radical de la oposición no cumpliera con el acuerdo parcial pactado en noviembre pasado, que los comprometía a devolver al Estado venezolano más de 3.200 millones de dólares retenidos en el extranjero por el bloqueo financiero impuesto por EEUU y la UE contra Caracas.
Estos recursos que, de acuerdo al pacto, se iban a utilizar para ejecutar planes de desarrollo social e importantes inversiones en obras públicas destinadas a sectores fundamentales como servicios, educación, salud, alimentos, entre otras áreas, iban a ser administrados por la Organización para las Naciones Unidas (ONU) para que interviniera como garante del buen uso de los fondos.
Al no cumplirse lo acordado, el Gobierno de Venezuela señaló a la oposición de no tener palabra y trazó como exigencia transversal para retomar el diálogo el levantamiento total de las sanciones que mantienen activo el bloqueo contra el país.
La ‘Conferencia Internacional sobre el Proceso Político en Venezuela’ convocada por Petro contará con la participación de 20 cancilleres de varios países de Europa, América Latina y EEUU; que según Petro, abonarán el camino para «establecer los mínimos de un gran acuerdo que garantice elecciones, levantamiento de sanciones y la normalidad de la vida de todos los actores políticos» en Venezuela.
El canciller colombiano, al igual que lo hizo Petro en su última visita a Caracas, aclaró que en esta oportunidad no participarán las partes venezolanas. «A la primera convocatoria asistirían países distintos a Venezuela, que están preocupados por la situación. Venezuela no concurriría».