El pequeño Zion Isaiah Blick nació con el síndrome de Edwards, un mal terminal. Su familia celebró «cada minuto de vida» del pequeño.
Cuando los médicos comunicaron a Robbyn y Josh Blick que su quinto hijo, Zion, padecía una enfermedad que le impediría vivir más de algunas horas, decidieron optar por la fe en lugar de la desesperación.
Cada momento de su corta vida sería celebrado por ser un milagro, y registrarían todo con una cámara. Así, ni bien nació el pasado 21 de enero, la pareja de Illinois, Estados Unidos, comenzó a filmar todo.
En total, fueron diez días, mucho más de lo que pronosticaban los médicos. En el video final se pueden ver los mejores momentos: el festejo de su primer día de vida, los besos y abrazos, y sobre todo, el amor que le dieron a cada instante sus padres, sus cuatro hermanos y toda la familia.
«Nuestros hijos rezaban todas las noches para que pudiéramos llevarle a casa. Hubo tanta alegría y tanta plenitud», cuenta en el video Josh, pastor del pueblo.
Zion murió horas después de comenzar a tener problemas respiratorios. Su padre le dejó un mensaje muy especial: «Esto es lo más difícil que he tenido que hacer. Pero quiero que sepas que estoy muy orgulloso de ti».
A continuación, el vídeo (lamentablemente sin subtítulos) de esta hermosa historia:
Fuente: Infobae
