El embajador ruso en Naciones Unidas, Vitaly Churkin, murió el lunes repentinamente en Nueva York tras sentirse mal en su trabajo, dijo el ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia.
El ministerio no dio detalles sobre la circunstancia de la muerte pero ofreció condolencias a sus familiares y dijo que el diplomático había muerto un día antes de su cumpleaños número 65. Declinó comentar reportes de que Churkin había sido llevado al hospital poco antes de su muerte.
Churkin era un ferviente defensor de la política rusa, especialmente el bombardeo a la ciudad siria de Alepo el año pasado para eliminar a los rebeldes que se oponen al presidente Bashar al-Assad.
Cuando la entonces representante estadounidense en Naciones Unidas Samantha Power acusó a Siria, Rusia e Irán el año pasado de ser responsables de las atrocidades cometidas allí, Churkin dijo que estaba actuando como la Madre Teresa y olvidando el propio historial de Estados Unidos en Oriente Medio.
EFE