Podrías haber escuchado de la posición de yoga llamada «perro mirando hacia abajo», pero ¿qué te parece «caballo mirando hacia arriba»?
Bueno, esa es más o menos la idea en una escuela de animales en Argentina.
Si estás viendo esta nota en tu móvil, mira aquí la galería.
Un video de un vaquero que hace poses como de yoga sobre un hermoso corcel se volvió viral en Internet anteriormente este año, generando titulares previsibles como «No podrás creerlo» y «El yoga con caballos realmente existe».
Pero resulta que la práctica no es del todo igual al antiguo arte del valle del Indo, como lo han sugerido tales informes.
En cambio, su formación se debe a las comunidades indígenas del área rural de Argentina, donde los caballos han jugado un papel integral, casi místico, durante siglos.
Según Cristabal Scarpati, cofundador de la escuela Doma India en el pueblo de San Luis, estas admirables habilidades han sido afinadas y transmitidas a traves de las tribus, pueblos y asentamientos en la región durante generaciones.
«La filosofía de nuestra escuela es la filosofía que mi padre aprendió de un anciano indio llamado don Cristóbal Luna», dijo Scarpati a CNN. «Él nos enseñó a recrear estos ejercicios practicados por los aborígenes».
«Estas personas fueron dotadas con habilidades extraordinarias, y muy a menudo, la sobrevivencia de sus tribus dependía de ellos. También era una forma en la que los cawelche (expertos en caballos de la tribu) mostraran su unión con los animales y lucieran sus habilidades».
En la película, se ve a un hombre estirando las patas de un caballo antes de cuidadosamente hacer una paradilla sobre su pecho.
Luego hace que el caballo se acueste sobre su costado, logrando que entre en un estado de relajación similar a un trance.
Es una escena curiosamente encantadora, que muestra el movimiento controlado y la calma que muchas de las personas que han incursionado en la práctica del yoga o la meditación reconocerán.
«Durante muchos años viajé por el mundo con este mensaje, y lo que podemos decir es que todos los caballos -independientemente de su raza, color u origen- son susceptibles a los mismos estímulos… como afecto, empatía, respeto y solidaridad», dijo Scarpati.
«Nunca he practicado yoga, pero ahora la gente me habla un poco al respecto y realmente creo que hay muchos puntos de conexión», añadió sobre las similitudes de los conceptos. «La búsqueda de armonía, paz mental y salud corporal se encuentran muy entrelazadas en ambas actividades. Creo que la teoría es bastante correcta».
La escuela Doma India existe principalmente para enseñarle a los dueños sobre el estado mental de los caballos y ayudar a domar caballos que son problemáticos, desconfiados o inseguros.
Sin embargo, la escuela también tiene como objetivo ayudar a las personas a meditar o buscar una paz interior a través de experiencias e interacciones que pueden tener con los caballos.
«El caballo en realidad puede tener un efecto tranquilizante en las personas», dijo Scarpati.
«Creo sinceramente que podemos disfrutar de algo muy similar al yoga si animamos a la gente a jugar con los caballos y si nos atrevemos a conectarnos verdaderamente con ellos en su frecuencia dentro de la frecuencia de la naturaleza».
Con esto en mente, tal vez la pose del «caballo mirando hacia arriba» no sea tan descabellada después de todo.
Fuente: CNN en español