Finalmente, el Papa Francisco no vendrá a la Argentina este año como era originalmente su deseo. “El Santo Padre sólo tiene previsto ir en julio a Brasil y, si bien recibió muchas invitaciones, los invito a no esperar otros viajes este año”, dijo ayer el vocero papal, padre Federico Lombardi ante una consulta de la prensa extranjera en Roma sobre la posibilidad de que el pontífice visite su país en diciembre como se especulaba a partir de un trascendido. Lombardi fue taxativo: “No creo que vaya este año a la Argentina”.
Desde que el entonces cardenal Jorge Bergoglio fue elegido Papa en marzo comenzó a hablarse de su visita al país. Inicialmente, se barajó que lo haría como una extensión de su visita a Río de Janeiro, donde presidirá entre el 23 y el 28 de julio la Jornada Mundial de la Juventud. Pero prontamente trascendió que vendría luego de las elecciones legislativas de octubre, para que su visita no quedara envuelta en los fragores de la campaña electoral.
En la conveniencia de aquella demora habían coincidido tanto el propio Papa y el Episcopado argentino, como la propia presidenta Cristina Kirchner, temerosa de que la visita papal menguara las posibilidades electorales del oficialismo, que siempre consideró a Bergoglio como un crítico de la Casa Rosada. Incluso la presidenta planteó su inquietud en el almuerzo que mantuvo el 18 de marzo con Francisco, y horas más tarde en un encuentro en Roma con el presidente del Episcopado, monseñor José María Arancedo.
Luego, Clarín consignó que el Papa estaba considerando la posibilidad de venir en diciembre. Y que la gira podría extenderse a Chile e, incluso a Uruguay, repitiendo el periplo de Juan Pablo II en 1987. Pero luego empezaron a surgir escollos. Por caso, en Chile está previsto que el 15 de diciembre se realice la eventual segunda vuelta de las elecciones presidenciales. O que es un tradición que el 8 de diciembre los papas visiten la imagen de la Virgen que está en Plaza España, en Roma. Además de las muchas actividades que suelen agolparse hacia fin de año.
Con todo, Lombardi no especificó las razones por las cuáles este año Francisco no vendrá al país.
Para que un pontífice visite un país hace falta la invitación del Gobierno (ya la hizo verbalmente la presidenta al propio Papa y le enviará una carta formal ni bien se establezca una fecha, como es de práctica) y del Episcopado del país (el argentino lo hizo por carta esta semana).
En cambio, el vocero papal no descartó que Francisco publique este año su primera encíclica, que se inspira en la que estaba preparando su predecesor, Benedicto XVI, sobre fe y razón. “La redacción de este texto está muy adelantada”, aseguró. Por lo demás, Lombardi dijo que Francisco seguirá viviendo en el hospedaje Santa Marta del Vaticano porque “se siente muy a gusto” y señaló que por ahora “no parece que quiera cambiar” al amplio y elegante apartamento papal en el Palacio Apostólico.
Fuente: El Clarín