El bicicrocista venezolano Jefferson Milano le ganó hoy el pulso a los colombianos Carlos Ramírez y Carlos Mario Oquendo, ambos medallistas olímpicos, para adjudicarse la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, que se celebran en Barranquilla.
Milano, que lideró dos de las tres mangas de su serie clasificatoria, se mantuvo sólido durante toda la competencia para instalarse en la final de la prueba.
Ya en la definición de la medalla, el venezolano tuvo una buena salida y tomó sin riesgos los peraltes, para llegar a un cierre parejo con Ramírez, bronce en los Olímpicos de Río 2016, a quien superó con un tiempo de 32.028.
Ramírez finalizó la prueba en 32.274 y se colgó la plata, mientras que el bronce fue para Oquendo, tercero en las olimpiadas de Londres 2012, quien paró el cronómetro en 33.279.
Entre los buenos resultados del venezolano está la plata que conquistó en la Copa Europea de BMX en Kampe (Holanda).
«Es el resultado más valioso en mi carrera»
Milano dijo hoy a Efe que ganar la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe ha sido «el resultado más valioso» de su carrera.
«Esta es mi primera medalla en unos Centroamericanos. He tenido otros buenos resultados en mi carrera, pero este es el resultado más valioso para mí», afirmó Milano.
El venezolano viene de ganar medallas de plata en el Campeonato Panamericano de BMX en Medellín y en la Copa Europea de BMX en Kampe (Holanda).
«Este ha sido un año victorioso. Espero que en este ciclo olímpico sigan los éxitos», acotó.
El deportista de 22 años, que dijo «llevar en la sangre el BMX», también valoró haberle sacado el oro a los colombianos Carlos Ramírez y Carlos Oquendo, medallistas olímpicos en Río 2016 y Londres 2012, respectivamente.
«Me siento muy feliz de obtener esta medalla de oro corriendo con Oquendo y Ramírez, dos pisteros muy fuertes. Da mucha satisfacción saber que les gané en su tierra», comentó Milano.
Manifestó que, tras estar ausente por lesión en los Suramericanos de Cochabamba, desde un inicio visualizó la medalla dorada, un color que «siempre había buscado».
Milano, además, admitió que falló en la primera manga que disputó, pero corrigió su entrada a las curvas y anticipó los que podía obtener en Barranquilla.
Ya como campeón centroamericano, el piloto trabajará por el máximo logro: Tokio 2020, pero subrayó que para hacerlo «falta más apoyo a los atletas venezolanos».
En este momento de gloria, además de pensar en que debe «corregir más la técnica de las curvas, el bicicrosista recordó el «momento más difícil» en su carrera, que vivió hace cuatro años por una delicada lesión que lo dejó fuera cuatro meses.
«Me fracturé y tuvieron que reconstruirme el maxilar derecho. Estuve 15 días con la boca cerrada y aparatos. La recuperación fue muy lenta. Bajé 10 kilos y eso fue un desastre para mí», narró a Efe Milano.
EFE