El Congreso de los Diputados de España debatió ayer y seguirá hoy la moción de censura contra el gobierno de Pedro Sánchez, líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Sexta ocasión en que se echa mano de ese recurso constitucional en los más de 40 años de la democracia española. En cuatro de las cinco anteriores fracasó. Lo que con toda seguridad ocurrirá también en esta oportunidad.
La única vez que la moción acabó con el gobierno en funciones fue en 2018, impulsada precisamente por Sánchez contra Mariano Rajoy (Partido Popular). Esta es la segunda moción en contra del presidente de gobierno, todo un récord, y ambas por iniciativa de Santiago Abascal, hombre fuerte de Vox, formación política que se define como de «extrema necesidad» y que la prensa, y también analistas políticos, señalan de “extrema derecha”
Lo curioso de esta moción de censura es que Vox presentó como candidato a suceder a Sánchez al histórico dirigente del Partido Comunista de España, Ramón Tamames: vueltas impensadas de la política que confluyen en este episodio que tanto derecha como izquierda tachan de «esperpento».
Nacido en 1933, Tamames es economista e historiador y participó activamente en la transición española a la democracia, tras la muerte del dictador Francisco Franco, y en la redacción de la Constitución aprobada en 1978 que estipula esta figura de la moción de censura.
En su discurso –que modificó luego de la filtración publicada la semana pasada– dijo que este es «el último tributo” a la defensa de los intereses de su país. Desde hace 25 años no hablaba en el parlamento, en lo que se pensó era el punto final de su vida política que siguió en Izquierda Unida y luego en el Centro Democrático y Social de Adolfo Suárez.
Aunque solo cuenta con el respaldo de los 52 diputados de Vox sobre un total de 350 del Congreso de Diputados -el PP se abstendrá y el PSOE y sus aliados se opondrán-, Tamames aireó temas críticos que la democracia española, tan celebrada en su gestación, ha venido arrastrando en los últimos tiempos y ameritan un debate de fondo.
Partiendo de la concentración multitudinaria del pasado 21 de enero convocada por la sociedad civil bajo el lema de «Por España, la democracia y la Constitución», Tamames plantea que el gobierno de Sánchez y sus aliados amenaza la convivencia y la unidad de la nación española y cuestionó las disposiciones que limitan el uso del castellano en su propio país, una lengua que hablan 600 millones de personas
El viejo luchador por la democracia olvidó pedir el adelanto de las elecciones para mayo próximo cuando se realizarán comicios municipales y autonómicos; sin embargo, incorporó otra propuesta que no estaba en la versión filtrada de su discurso, y que consistió en llamar a los partidos constitucionales para producir un “cambio radical” y recuperar los principios de la monarquía parlamentaria, la unidad nacional y la bandera.
El llamado de Tamames se resume en un paquete de medidas mínimas adecuadas, una ley electoral sin que estén sobrerrepresentados los grupos separatistas, la vigilancia de la corrupción y un pacto para recuperar la concordia, la paz y el entendimiento entre la mayoría de los españoles.
Como era previsible, el debate devino en un choque entre Abascal y Sánchez, mientras el PP pone su atención en la cita electoral de mayo y luego en las generales de fin de año. La moción no sacará a Sánchez, pero todos buscan sacar rédito de esta jugada política. Tamames dejó una pregunta en el aire en el remate de su discurso: ¿Cuándo se jodió España?, frase que tomó de Zavalita, el personaje de Mario Vargas Llosa en Conversación en La Catedral.
Editorial de El Nacional