El caso Afiuni vuelve a ser noticia. Veinticuatro horas después de que el juicio contra la suspendida jueza se iniciara tras 17 meses paralizado, hoy el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) informó que Alí Fabricio Paredes, uno de quienes tuvo el caso en sus manos, fue destituido.
La decisión la adoptó la Comisión Judicial el pasado 7 de abril, según figura en las actas publicadas en la página web del organismo (www.tsj.gob.ve).
Aunque en la resolución, como es costumbre, no se justifica la medida de «dejar sin efecto la designación» de Paredes, fuentes judiciales indicaron que la misma responde al proceso al que se encuentra sometido desde que el pasado 10 de febrero fuera detenido. La aprehensión del funcionario se produjo horas después de que condenara al narcotraficante Walid Makled a más de 14 años de cárcel por tráfico de drogas.
En su fallo, el hoy removido juez absolvió a Makled, y a los tres hermanos de éste que también fueron enjuiciados, de los delitos de ocultamiento de arma de fuego, asociación para delinquir y sicariato por los que los acusó el Ministerio Público. Esta resolución movió al Ministerio Público a solicitar su detención por presuntamente favorecer a los imputados, cargo por el que lo terminó acusando el pasado 31 de marzo.
Mientras tuvo en sus manos el caso de Afiuni, Paredes le negó en varias ocasiones a la funcionaria las solicitudes de ser enjuiciada en libertad y de recibir tratamiento médico. La defensa de la jueza atribuyó esta posición a sus nexos con el oficialismo. «Nunca traicionaría a este proceso ni mucho menos a mi comandante, porque llevo la revolución en la sangre (…) por la revolución doy la vida como la expuse el 11 de abril en Puente Llaguno», escribió en 2009 en la página web del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)
Desde que fue aprehendido en su casa de la capitalina urbanización El Valle el ahora exjuez se encuentra recluido en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).
JUAN FRANCISCO ALONSO | EL UNIVERSAL
