«Aparte del agua, las bebidas que más hidratan son la leche desnatada y el zumo de naranja”, explicó un catedrático de medicina de medicina y salud pública.
El agua representa el 60% de nuestro peso corporal, es lubrificante para el cerebro y articulaciones y solo podemos vivir sin ella apenas unos días. Ahora, en plena sofocación, el balance hídrico óptimo del cuerpo se encuentra en jaque por las altas temperaturas, y el tema de la deshidratación se escucha hasta en la sobremesa.
En grado leve puede provocar mareos y jaquecas pero en los casos más graves supone una emergencia médica potencialmente letal. Entre los remedios de la abuela y los mitos de toda la vida a veces tenemos dudas de lo que se debe hacer para prevenir y reconocer la deshidratación.
Hay que beber dos litros de agua al día
Falso. No es necesario que toda esa cantidad llegue en forma de vaso o botella de agua. El líquido elemento está presente en otras muchas bebidas (zumos, cerveza, café, té) y hasta 30% puede provenir de frutas y verduras.
De acuerdo al Instituto Europeo de Hidratación (EHI), una rodaja de patilla contiene unos 150 ml de agua (el equivalente a un vaso pequeño), así que con seis rodajas (aproximadamente media patilla) se estaría obteniendo casi un litro de agua; el doble con una patilla entera (claro que habría que comérsela en un solo día).
Una naranja o una manzana contienen unos 120 ml. Y además con estos alimentos se estarían cubriendo las necesidades de consumo de frutas y verduras que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Todos los líquidos hidratan
Verdadero. Sí, pero no todos hidratan igual. “Algunas bebidas hidratan mejor que otras dependiendo de su osmolaridad, un parámetro que responde a la composición de la bebida”, cuenta Serra-Majem, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y miembro del Comité Científico Asesor del citado Instituto Europeo de Hidratación.
Aparte del agua, esas bebidas son “la leche semidesnatada o desnatada y el zumo de naranja”, explica el profesor. “Pero eso no quiere decir que debamos beber solo esas bebidas. Solo que bebiendo esas bebidas alcanzamos antes el equilibrio o balance hídrico corporal. Nunca deben reemplazar el consumo de agua”, concluye.
Cuando tenemos sed, ya estamos deshidratados
Verdadero. La sensación de sed aparece tras la pérdida de 1% o 2 % del peso corporal! Para una persona de 70 kilos (de los cuales 40 son agua) representa un litro de agua (2,5% del agua corporal).
“Esta deshidratación leve ya disminuye determinadas habilidades del rendimiento mental y físico. Mención especial merecen ancianos y niños que tienen la sensación de sed mermada o no pueden manifestarse”, explica el profesor Luís Serra-Majem.
«Aparte del agua, las bebidas que más hidratan son la leche desnatada y el zumo de naranja”
La orina oscura es signo de deshidratación
Verdadero. El profesor Serra-Majem lo explica: “A menos que sea por algún alimento o enfermedad, el color de la orina es un buen indicador del estado de hidratación”. Cuanto más oscura sea la tonalidad, según este especialista, mayor concentración de residuos, o lo que es lo mismo, menos agua. Y al contrario: “Si la orina es muy clara también indica un exceso en el aporte de líquidos”, añade Serra-Majem.
El café deshidrata
Falso. Buenas noticias para los amantes de la cafeína: pueden seguir tomando el milagroso brebaje matutino o de sobremesa sin problema. Tal y como cuenta la doctora Dafna Schorr, “es cierto que grandes cantidades de cafeína producen un efecto diurético con la consecuente pérdida de líquidos y mayor probabilidad de deshidratación. Sin embargo, las bebidas con cafeína que consumimos habitualmente no contienen los niveles necesarios para producir dicho efecto”.
Hidratarse correctamente evita los golpes de calor
Verdadero. El golpe de calor es un problema grave y sucede cuando el cuerpo ya no puede controlar la temperatura, llegando a alcanzar incluso los 40°. Este trastorno se produce “por la pérdida de líquidos en forma de sudor secundaria a una exposición prolongada al sol o a la realización de ejercicio físico intenso”, relata la doctora Schorr. Por ello, para prevenir esta grave situación debemos asegurarnos que reponemos los líquidos necesarios y evitar esas situaciones límite.
El Nacional