El temor de los venezolanos ante el fin del TPS: “El 7 de noviembre lo pierdo todo”

El temor de los venezolanos ante el fin del TPS: “El 7 de noviembre lo pierdo todo”

 

Más de 600.000 venezolanos dependen del TPS para trabajar y vivir legalmente en Estados Unidos; su posible revocación amenaza la estabilidad de miles de familias

 

 

El fin del Estatus de Protección Temporal (TPS) amenaza con dejar sin derechos migratorios a miles de venezolanos. Entre ellos están Mafe y Mariano, dos historias marcadas por el miedo a la deportación y la esperanza de seguir construyendo un futuro en Estados Unidos.

El 7 de noviembre se marcará un punto crítico para la comunidad venezolana, luego de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos ratificara a comienzos de octubre un fallo previo que deja en riesgo de deportación a 600.000 venezolanos beneficiarios de este programa. La decisión llega en medio de un proceso judicial todavía abierto y en un contexto político marcado por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.

Futuro migratorio inseguro

María Fernanda Angulo, conocida por muchos como Mafe, explicó angustiada al diario El País que “ese día lo pierdo todo: pierdo mi licencia de conducir, pierdo mi estatus y pierdo mi permiso de trabajo. Y puede que se abra un proceso de deportación en mi contra, lo que me separaría de la familia que construí aquí”.

Mafe llegó a Estados Unidos en 2019, se instaló en Florida y desde entonces trabaja en una organización que ayuda a otros migrantes.

“He estado aquí trabajando legalmente, haciendo las cosas de la mejor manera”, aseguró. Pero su tranquilidad se quebró con la victoria electoral de Trump en 2024. “Lo vi venir”, dijo con resignación. Desde entonces, su vida transcurre entre la ansiedad y la incertidumbre.

“Ha sido un año bien cuesta arriba, muy difícil psicológicamente hablando”, confesó.

Su temor no es solo perder sus documentos, sino también regresar al país que dejó atrás. “Me da pánico regresar a Venezuela, me da pánico incluso estar dándote esta entrevista y que resulte en un proceso en mi contra si llego a Venezuela”, admitió al medio español. Recordó como uno de sus amigos fue encarcelado recientemente por apoyar la campaña de María Corina Machado, líder de la oposición venezolana y actual premio nobel de la paz.

Relató que su “último sueldo en el trabajo que estaba en ese momento como psicóloga de primaria de educativa me daba, literal, para comprarme una Coca-Cola de dos litros y una bolsa de papas fritas”. La crisis, la falta de alimentos y la represión política la empujaron a buscar un nuevo comienzo.

A la distancia, observa con desconcierto las declaraciones del presidente Trump, quien ha asegurado que muchos venezolanos son “delincuentes o enfermos mentales”.

“Es muy fácil decir que 600.000 venezolanos son gente de mal, que viene a hacer daño, pero lo cierto es que son gente que quiere hacer las cosas de manera correcta, trabajar para poder proveer a su familia de un futuro distinto”, aseguró.

Músico venezolano lucha por su futuro tras riesgo de deportación

Mariano Santana músico de 29 años de edad, también enfrenta el vencimiento del TPS. Llegó a Estados Unidos en 2014 para estudiar en la universidad Berklee, en Boston. Un asalto con arma de fuego en Caracas, del que salió ileso, lo convenció de emigrar.

“Pensé en cómo era la realidad donde tantas personas tienen que llegar a ese punto. Eso dice mucho del país. Al final, se trata de sobrevivir”, recordó a El País.

A pesar de haber estudiado música, trabajado como compositor y docente, y participado en la gira del grupo mexicano RBD, que agotó entradas en el 2023 en el Madison Square Garden, Santana teme que ahora todo lo que construyó podría derrumbarse si pierde el permiso de trabajo.

A diferencia de muchos, logró mantenerse con visas de estudiante y becas, aunque la burocracia casi lo deja fuera del sistema migratorio. Sufrió depresión y ansiedad ante la posibilidad de ser deportado. Cuando Biden otorgó el TPS, vio una nueva oportunidad.

“En Nueva York conecté con otras personas que salieron de su país caminando, pasaron por la jungla, con bebés, con niños, viendo muertos, cosas completamente terroríficas. Yo me siento bendecido porque salí de Venezuela en avión”, dijo con humildad.

Este año renovó su permiso, aun sabiendo que la decisión podría ser inútil. “Hice la inversión en la renovación sabiendo que podía no valer nada, que iba a perder mi dinero”, admitió. Pese a la incertidumbre, intenta no dejarse dominar por el miedo. “No dejo que me carcoma porque si no, me paralizo”.

Después de más de una década fuera de su país, Mariano no puede evitar notar similitudes entre la Venezuela que dejó y la tensión que percibe hoy en Estados Unidos.

“Lo que yo siento ahora es que hay muchas cosas parecidas a Venezuela. En cuanto a corrupción, en cuanto a fascismo, en cuanto a no tener ningún tipo de interés o compasión con el ser humano”, reflexionó.

Anulación de TPS

El TPS fue creado en 1990 para proteger de la deportación a ciudadanos de países afectados por guerras, desastres naturales o crisis humanitarias. Joe Biden lo concedió a los venezolanos en 2021 y volvió a renovarlo en 2023, considerando el agravamiento de la situación bajo el gobierno de Nicolás Maduro. Antes de dejar el cargo, prorrogó su vigencia hasta 2026, pero la secretaria de Seguridad Nacional del nuevo gobierno, Kristi Noem, anuló esa ampliación.

Organizaciones migratorias demandaron la decisión y en septiembre el juez federal Edward M. Chen falló a favor de los demandantes.

“Las acciones de la secretaria al anular las órdenes de la administración anterior y dar por terminado el TPS excedieron su autoridad legal y fueron arbitrarias y caprichosas”, escribió en su sentencia. Sin embargo, la Corte Suprema declaró sin efecto la medida temporal, y dejó en el limbo a miles de familias venezolanas.

 

 

Con información de El País

Comparte esta noticia: