El submarino Cosme García (S-83) fue dotado con el primer sistema de propulsión independiente de aire (AIP, según sus siglas en inglés) instalado en un submarino de hasta 3.000 toneladas, anunció recientemente la naviera española Navantia. En su comunicado de prensa, la corporación aclara que la innovadora célula de combustible permite a la embarcación permanecer bajo el agua «desde dos hasta tres veces más que cualquier submarino convencional».
«Este sistema, único en el mundo, genera hidrógeno a partir de un alcohol producido de forma sostenible (bioetanol) y almacenado a bordo del submarino», explica en el comunicado la empresa pública española, cuyos proyectos ya han suscitado el interés de otros estados.
Según Navantia, en este proceso, el hidrógeno, combinado con el oxígeno, que también va almacenado a bordo, «genera electricidad a través de una pila de combustible capaz de cargar las baterías del submarino».
Los nuevos submarinos españoles
La nueva dotación contará con cuatro embarcaciones, el Narciso Monturiol (S-82) y el Mateo García de los Reyes (S-84), cuyas entregas están previstas para 2026 y 2029, respectivamente, y que se unirán al mencionado S-83 y al Isaac Peral S-81 (entregado en noviembre de 2023, pero aún no asignado).
El desarrollo de la clase S-80 se enmarca en el esfuerzo de la Armada de España de ampliar y renovar su flota de sumergibles, que en estos momentos cuenta únicamente con uno en activo, el Galerna S-71, cuya botadura se remonta a 1981.
Un largo proceso
Tras la paulatina retirada de los otros buques de la clase S-70, el Galerna se convirtió en febrero de 2024 en el único operativo.
Cabe destacar que el programa S-80 data de 2003 y la firma del contrato tuvo lugar en 2004. Desde entonces, se han sucedido varios retrasos que han hecho saltar las alarmas en el Ministerio de Defensa, como puso de manifiesto en abril de 2024 la ministra Margarita Robles. «Nos jugamos mucho con este programa», recalcó entonces.
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