Tras aplazar dos veces la votación y en medio de fuertes debates donde los parlamentarios de todos los partidos se enzarzaron en extensos discursos a favor y en contra, con argumentos que iban desde lo religioso, lo jurídico, lo ético y hasta lo discriminatorio, finalmente se hundió en el Congreso de Colombia el proyecto de ley que buscaba legalizar el matrimonio entre parejas del mismo sexo. La iniciativa se encontraba en el segundo debate (necesitaba cuatro para convertirse en ley) y fue archivada tras recibir 51 votos en contra y 17 a favor.
La tensión y la polémica sobre este tema fue tal que el martes el debate se alargó durante seis horas, lo que hizo que la presidencia del Senado convocara a sesiones este miércoles solo para la votación. Afuera del Congreso, miles de defensores y detractores permanecieron en la emblemática Plaza de Bolívar a la espera de la decisión del Congreso. Los opositores siempre fueron más y se hicieron escuchar con la consigna: “No callaré, no callaré, el matrimonio es entre un hombre y una mujer”.
En el debate se escucharon frases radicalizadas de movimientos religiosos y sorprendieron nuevamente las declaraciones discriminatorias del parlamentario conservador Roberto Gerlein, quien durante el primer debate había dicho que el sexo homosexual es “asqueroso” y “excremental” y está vez, que es “escatológico, es un sexo inane, incapaz de generar vida, un sexo que se practica casi que con fines recreativos”.
Al hundirse la iniciativa, el Congreso estaría incumpliendo con el plazo de dos años que marcó la Corte Constitucional para aprobar una ley que reglamentara estas uniones, el cual termina el 20 de junio. Por eso, y también por orden de la Corte, a partir de esa fecha las parejas homosexuales podrán acudir ante un notario para legalizar sus uniones y constituir una familia en una figura similar al matrimonio civil.
“Vamos a ir el 20 de junio a las notarías y los juzgados como lo ordena la Corte. Creo que la Corte sabía que no iba a pasar nada (en el Congreso). Si los notarios interpretan que ahí no dice matrimonio, nosotros vamos a poner tutelas y será la Corte Constitucional, una vez más, quien diga si se habla de matrimonio o no”, afirmó a EL PAÍS Marcela Sánchez, directora de Colombia Diversa, una de las ONG más visibles que trabaja a favor de los derechos de la comunidad LGBTI.
El parlamentario autor del proyecto, Armando Benedetti del partido de La U (el mismo del presidente Juan Manuel Santos), había advertido hace una semana, cuando se aplazó por primera vez, que de hundirse esta iniciativa, se probaría que el Congreso “no sirve para nada”. Incluso se conoció que los partidos Conservador y La U habían acordado votar negativamente. Este miércoles, Benedetti calificó las tesis de los opositores como “cavernarias”. Hasta el Gobierno optó por marginarse del debate, al punto que ningún funcionario se pronunció ni a favor ni en contra.
El que lo hizo en numerosas ocasiones fue el procurador general, Alejandro Ordóñez quien considera que la unión entre parejas del mismo sexo bajo la figura del matrimonio es inconstitucional, ya que “la ley solo contempla la unión entre un hombre y una mujer”, algo que comparten parlamentarios y organizaciones cristianas.
La Iglesia Católica también se opuso desde el comienzo a la iniciativa. El cardenal Rubén Salazar, presidente de la Conferencia Episcopal, ya le había dicho al Congreso que no le diera la misma importancia a las uniones homosexuales que a las heterosexuales.
Ante esta batalla política perdida, muy anunciada, la gran pregunta es cómo deberán proceder los notarios. La Corte Constitucional ha reconocido que las parejas del mismo sexo en Colombia constituyen una familia y desde 2007 también les reconoce el derecho a la seguridad social, a la pensión y a la herencia. Pero no pueden casarse ni adoptar.
La ministra de Justicia, Ruth Stella Correa, confirmó el martes que expedirá una circular para ubicar a los notarios “en la posición jurídica que corresponde”. Por su parte, la organización que agremia a estos funcionarios en Colombia ha dicho que tiene un proyecto para llamar «vínculo marital» a la unión de parejas homosexuales. Algo que rechaza la comunidad LGBTI. “Lo que dice la Corte lo interpretamos como matrimonio no como una unión civil, por eso no creemos lo que está diciendo la ministra de Justicia, ni lo que dicen los notarios, porque ellos no pueden crear una figura. El que podía hacerlo es el Congreso y acaba de perder esa oportunidad”, agregó Sánchez de Colombia Diversa, quien reconoció que sabían que esta va a ser una batalla larga por la igualdad.
Fuente: El País