La vida sedentaria es en sí un factor de riesgo de discapacidad, diferente de la ausencia de una actividad física vigorosa y moderada.
Lo acaba de mostrar por vez primera un estudio de la Universidad Western. Según su investigación, publicada por Journal of Physical Activity & Health, cada hora de vida sedentaria aumenta el riesgo de discapacidad, sea cual sea la cantidad de ejercicio moderado que se haga.
El comportamiento sedentario, aseguran, es un factor de riesgo de discapacidad tan fuerte como la ausencia de un ejercicio moderado.
Los adultos mayores necesitan reducir el tiempo que pasan frente al televisor o el ordenador»Ésta es la primera vez que hemos demostrado que el comportamiento sedentario se relaciona con la discapacidad independientemente de la cantidad de ejercicio moderado», apuntó Dorothy Dunlop, profesora en la Escuela de Medicina Feinberg, de la Universidad Northwestern, y autora principal de la investigación.
Las personas con discapacidad en edad de trabajar en España suman más de 1,45 millones, el 4,8% de la población activa. Tienen limitaciones para realizar actividades básicas tales como comer, vestirse o bañarse, ir a la cama o levantarse de ella, y caminar de un lado a otro de una habitación.
«Los adultos mayores necesitan reducir el tiempo que pasan sentados, ya sea frente al televisor o al ordenador, sea cual sea su participación en una actividad vigorosa o moderada», según Dunlop.
El estudio analizó una muestra de 2.286 adultos mayores de sesenta años en la Encuesta Nacional de Salud y Examen de Nutrición, y comparó a las personas con condiciones de salud semejantes y la misma cantidad de actividad vigorosa.
Fuente: 20minutos