La industria forestal en Venezuela ha estado inmersa en un crisis durante los últimos cinco a 10 años, por lo que la actividad de las empresas que participan en la cadena de producción ha disminuido de una manera impactante.
Así lo aseguró Gregorio Paluzsny, presidente de Derimaca, una empresa proveedora de tablas, tablones y listones de madera de pino, entre otros productos, y además director ejecutivo en el Consejo Venezolano de Construcción Sostenible, quien subrayó que el año pasado apenas se lograron plantar «difícilmente» 2.000 hectáreas.
Esta cifra que representa una vigésima parte de lo que se plantaba hace aproximadamente unos 5 a 6 años.
«El programa de plantaciones era de 40.000 hectáreas de pino al año, que es el grueso de la industria. Eso quiere decir que hay mucho menos materia prima de la que había antes», dijo Paluzsny.
Explicó que la industria forestal que converge toda una cadena de producción, arranca por el tema de las plantaciones, luego la explotación y posteriormente a la industria transformadora de los árboles, e incluyendo el tema de la exportación.
En este sentido, el también ingeniero mecánico de la Universidad «Simón Bolívar» (USB), detalló en cifras que por lo menos en madera cerrada se pasó de 280.000 metros cúbicos en el año 2015, a unos 40.000 m3 en 2019, «en 2020 son inclusive menores».
En tableros de partículas, (tableros que se usan para hacer cocinas o muebles), se pasó de 300.000 metros cúbicos a 30.000 m3.
Falta de condiciones
Todas estas cifras descendientes, vienen dadas por una serie de condiciones como lo es el mal manejo de las plantaciones, el abandono de puertos de semilleros, falta de mantenimiento de equipos de explotación, escaso control de incendios forestales, inseguridad en las plantaciones, así como controles y regulaciones.
En entrevista con Fedecámaras Radio añadió que otros los problemas que afectan a las empresas transformadoras, son las limitaciones de compra de combustible, lubricantes, repuestos, inexistencia de instalaciones para el tratamiento de madera, poca demanda y la migración de la mano de obra, sobre todo al Arco Minero.
Con respecto a la exportación de madera en Venezuela, Paluszny, estimó que en años anteriores Venezuela exportaba entre un 3% y 5% de lo que producía. «Hoy en día ha decaído».
Los mercados de las empresas exportadoras se centraban en Israel, China y ciertos mercados europeos y del Caribe.
Actualmente, indicó que se ha hecho cuesta arriba para las empresas cumplir con algunos compromisos de exportación de madera venezolana, por falta de diésel, producción o controles de grandes índoles que limitan la actividad comercial.
Fuente: Banca y Negocio
Por: Maria Laura Espinoza
Twitter: @i_am_LauEz14
