El rey de Marruecos, Mohamed VI, desea que «se resuelva definitivamente» la cuestión de los menores marroquíes en situación irregular en Europa, según un comunicado oficial publicado este martes en Rabat.
“Marruecos está dispuesto a colaborar, como siempre lo ha hecho, con los países europeos y la Unión Europea, para resolver esta cuestión”, afirma el comunicado conjunto de los ministerios de Interior y de Relaciones Exteriores.
España está tratando de gestionar la llegada de menores al enclave español de Ceuta tras una ola migratoria favorecida por una suavización de los controles fronterizos del lado marroquí, coincidente con la decisión de Madrid de acoger al líder independentista saharaui del Frente Polisario Brahim Ghali, que necesitaba atención médica.
Entre el 17 y el 20 de mayo, alrededor de 10.000 personas, jóvenes marroquíes en su mayoría, entraron en Ceuta sin problemas. Al menos 1.500 de ellos eran menores, según las autoridades españolas, 2.000 según Amnistía Internacional.
En su comunicado, Marruecos reitera “el compromiso claro y firme” del reino “de aceptar el retorno de los menores no acompañados, debidamente identificados” y achaca la “lentitud” del proceso “a los complejos procedimientos de algunos países europeos”.
Madrid vivió este episodio “inaceptable” como un “chantaje”. “Hay una cosa que es evidente: cuando se utiliza a menores de alguna manera como un instrumento para burlar las fronteras territoriales de España, es algo que no se puede aceptar desde ningún punto de vista”, declaró el sábado la ministra española de Defensa, Margarita Robles.
Para Rabat, se trata sobre todo de “una historia de confianza y de respeto mutuo rotos”, con la llegada del jefe de los independentistas saharauis. La crisis reviste una “prueba para la asociación bilateral” fundada en la lucha contra la migración irregular y el terrorismo, según Nasser Bourita, ministro de Relaciones Exteriores.
El responsable saharaui, de 71 años y acusado de “torturas” y “genocidio”, compareció este martes ante un juez español, que no le impuso medidas para impedir sus movimiento, al considerar que “no puede apreciarse riesgo de fuga alguno”.
Marruecos, quien lo considera un “criminal de guerra”, reclama una investigación “transparente” sobre las condiciones de su llegada a España.
AFP