Para analizar la crisis del sector industrial y los retos que se presentan en la reindustrialización del país, el Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro en alianza con la Universidad Católica Andrés Bello, realizaron el foro “Estrategia para la nueva Venezuela industrial”, que contó con la participación de José Guerra, economista y diputado a la Asamblea Nacional; Francisco Allen, gerente de la Unidad de Análisis Económico de Datanálisis; y Juan Pablo Olalquiaga, presidente de Conindustria.
Durante su discurso de apertura, Ramón Guillermo Aveledo, presidente del Instituto, transmitió su admiración por los venezolanos que “construyen país todos los días con su trabajo (…) en un contexto que empuja al pesimismo nos empeñamos en el optimismo”, enfatizó.
Guerra aseguró que en materia de industrialización estamos cerca de los indicadores del año 1965. “Se perdió el esfuerzo de tantos años”. Entre otros factores, atribuyó este retroceso a la dependencia del Estado a las importaciones, política que se ha profundizado desde el año 1999. Considera que el Estado sí puede involucrarse positivamente en el desarrollo económico del país favoreciendo a ciertos sectores, propiciando las comprar nacionales y fomentando la sana competencia entre los locales con los empresarios del exterior. Recordó que: “No hay desarrollo sin industria”. Dijo que Venezuela tiene serios problemas con la formación de la mano de obra del país e instó a “volver a la educación para el trabajo”.
Por su parte, Allen presentó algunos resultados de los estudios realizados por Datanálisis que concluyen el colapso del modelo económico de control. “El entorno hostil genera un cerco para los empresarios y por tanto a la industria”, dijo.
Agregó que los sectores de bienes transables han sido lo más afectados. “El gran perdedor ha sido la manufactura” e indicó que los sectores más favorecidos son el de las comunicaciones y las instituciones financieras. Recordó que todos los problemas del sector industrial afectan directamente al “ciudadano de a pie” por lo que invitó a fomentar políticas que garanticen la competitividad entre los empresarios para favorecer al consumidor.
Finalmente, Olalquiaga enumeró los elementos que deben existir para que realmente funcione la industria de un país: mercado, rentabilidad e infraestructura. Aseveró que la falta de incentivos en el sector industrial ha impactado negativamente en las empresas. Entre otros factores, dijo que en Venezuela no existe una infraestructura legal para que las compañías puedan operar. “Cuando se tiene a todo un país trabajando al margen de la ley no hay manera que las empresas se puedan sostener”.
Pese al contexto adverso cree que una” transición política permitirá tener un país que pueda dedicarse al progreso”.
NDP