La famosa guía roja confirma la decisión, que aparecerá en su edición 2020. Ostentaba esta distinción desde hace 50 años
Dónde comer muy bien en Lyon, la ciudad de Paul Bocuse
Monsieur Paul se habría llevado el disgusto de su vida, así que mejor que no lo haya visto. Casi exactamente dos años después de la muerte del chef de chefs francés, Paul Bocuse, su restaurante insignia, el conocido como Maison Bocuse en las afueras de Lyon, ha perdido la tercera estrella Michelin que ostentó durante más de medio siglo.
La noticia la adelantó el concurso internacional de gastronomía que lleva el nombre del inspirador de la nouvelle cuisine, el Bocuse d’Or, que en un mensaje en sus redes sociales manifestó su “apoyo inquebrantable a la Maison Bocuse, quien tras 55 años acaba de ver retirada su tercera estrella en la Guía Michelin”. Poco después, la propia biblia roja de la gastronomía mundial confirmaba la decisión, que no estará en blanco sobre negro hasta la publicación anual de su palmarés, el próximo 27 de mayo, según dijo a la Agencia France Presse.
“La calidad del establecimiento sigue siendo excelente, pero ya no está al nivel de un tres estrellas”, señaló Michelin, que indicó que sus inspectores acudieron “varias veces en 2019” al restaurante para confirmar su percepción. Muestra de la relevancia de la decisión es el hecho de que el propio patrón de la Guía Michelin, Gwendal Poullennec, se trasladara este jueves hasta el restaurante en las afueras de Lyon para anunciar la decisión en persona. “Tenemos que ser justos para nuestros clientes. La Guía Michelin está hecha ante todo para quienes van al restaurante”, dijo a AFP la directora de comunicación de la guía roja, Elisabeth Boucher-Anselin.
El cocinero fallecido Paul Bocouse. GTRES
La noticia no ha tomado por sorpresa al restaurante insignia de Bocuse, fallecido el 21 de enero de 2018 a los 91 años. Según medios franceses, las críticas ya vaticinaban incluso antes de la muerte del chef de chefs una bajada de la alta calidad de la cocina en el restaurante en Collonges-au-Mont-d’Or, que paradójicamente se halla estos días cerrado para efectuar unas renovaciones que pretenden darle una “cura de juventud” para iniciar el “acto dos de la renovación”.
Esta sin embargo tendrá que tener lugar sin la tercera estrella aunque, como declaró días atrás al diario regional Le Progrès el director general del Auberge Paul Bocuse, Vincent Le Roux, con “dos estrellas en la tierra y una en el cielo (en referencia al fallecido chef), la cuenta sale bien”.
El restaurante, agregó en declaraciones que confirman que la noticia era esperada por todos en la Maison Bocuse, seguirá trabajando como siempre. “Si perdemos una estrella, continuaremos haciendo lo que sabemos hacer, acoger al cliente con cordialidad y respeto, ofrecerle una cocina refinada y generosa y compartir con él un momento único y cálido que le quede en el recuerdo”, aseveró días antes de la noticia. Esta no obstante ha “perturbado” a la familia Bocuse y a todo el equipo del restaurante. “Hay una cosa que deseamos no perder jamás, que es el alma de monsieur Paul”, subrayaron en un comunicado reproducido por Le Monde, en el que reiteraron su intención de continuar dando lo mejor de sí mismos. “Desde Collonges y con nuestro corazón, seguiremos haciendo vivir el fuego sagrado con audacia, entusiasmo, excelencia y una forma cierta de libertad”, agregaron.
El País