El precio de la tela sube y la variedad se acaba

El precio de la tela sube y la variedad se acaba

Desde finales de 2014 la variedad de telas ha de-saparecido de los almace­nes de la zona norte del estado Anzoátegui, supuestamente por la falta de producción e importa­ción. Mientras que el precio de lo poco que se consigue se disparó hasta en 100%.

 

La trabajadora de una sucursal de Almacenes La Orquídea, en Puerto La Cruz, comentó que las telas para confeccionar sábanas, monos escolares, manteles y cor­tinas llegan pocas y costosas. En cambio la utilizada para lencería está desaparecida.

 

En Rivalcid de la calle Libertad de Puerto La Cruz la situación es similar. La gabardina, ideal para los uniformes, también está den­tro de las escasas. Supuestamen­te el problema se debe a que la empresa que les distribuía desde Caracas fue cerrada.

 

Ahí la clientela también bajó por el incremento de los precios, dijo una empleada. La franela, que se buscaba mucho para realizar piyamas, a finales del año pasado estaba en Bs 425 el me­tro y actualmente se encuentra en Bs 720. El rayón también se vendía bastante, pero los Bs 950 que cuesta el metro actualmente lo ha hecho un lujo. En la mayoría de las tiendas no venden al mayor, por falta de mercancía. “No podemos darle toda la tela (un rollo de 50 a 70 metros) a un solo cliente”, comentó uno de ellos.

 

Según el gerente de Telas, Cortinas y Lencería, Manuel Gon­zález, a pesar de que a principios de año el metro de sábana pasó de Bs 290 a Bs 1.195, ellos aún tienen mercancía a precio viejo.

 

“Lo que no se consigue desde hace dos meses es la guata y todo lo que a rellenos para mu­ñecos y cojines se refiere”.

 

Unas optan por la pieza

 

La mayoría de los clientes consultados comentaron que es mejor comprar todo hecho, que mandar a confeccionar algo.

 

“Así me quede grande es mejor comprarla lista porque la tela está carísima. Nada más un metro puede costar Bs 1.950, sin contar la mano de obra, el hilo, los botones o cierres”, señaló la estilista María Herrera.

 

En cambio, para el ama de casa Amalia Rangel, independien­temente del aumento de las telas ,“siempre es más barato que comprarla lista”. Con su bolsa de mercancía recién comprada en mano, indicó que invirtió menos de mil bolíva­res para hacer una franela que en la calle le puede costar hasta 3 mil bolívares

 

 

Texto: Elisa Gómez

 

El Tiempo

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