El ex presidente colombiano Andrés Pastrana renunció a la Comisión Asesora para la Paz que convocó en marzo pasado el presidente Juan Manuel Santos con el objeto de escuchar «muchas voces» en torno a las decisiones que se adopten sobre las negociaciones con las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC).
En una misiva difundida en su cuenta de Twitter, Pastrana, que gobernó Colombia entre 1998 y 2002, se refirió al acuerdo sobre justicia transicional anunciado el pasado 23 de septiembre por el Gobierno y las FARC en Cuba, del que dijo que «plantea complejos interrogantes sobre el rumbo» del país.
«Lo anunciado en el comunicado (…) es la mayor concesión lograda por las FARC tras la aceptación del narcotráfico como delito conexo a sus ‘ideales'», reza la carta dirigida por Pastrana a Santos, quien invitó a conformar la comisión a representantes de diferentes vertientes políticas y otras fuerzas vivas del país.
Santos y el líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias «Timochenko», dieron a conocer en La Habana un acuerdo que fijó un plazo máximo de seis meses para firmar la paz y anunciaron un sistema de justicia especial para todos los implicados en el conflicto, con beneficios para quienes admitan su responsabilidad.
En el acuerdo anunciado, el Gobierno y la guerrilla acordaron crear una «jurisdicción especial de paz» que juzgará delitos de lesa humanidad y graves crímenes de guerra.
El mecanismo contará con salas de justicia y con un tribunal de paz que tendrá competencia sobre todos los actores implicados en la guerra y establecerá dos tipos de penas: uno para los que reconozcan su responsabilidad en esos delitos y otra para los que no.
A juicio del ex gobernante, «al cabo de cinco años de dar largas en preliminares y concesiones en La Habana, las FARC obtuvieron en Bogotá, en apenas 50 horas, la totalidad de su anhelado ‘proyecto de Justicia'».
«No puedo, ni como ciudadano ni como ex presidente de la República, girar un cheque en blanco por un apresurado acuerdo clandestino, cuyos esbozos conocidos tienden una sombra de duda sobre la supervivencia de la fundamental separación de poderes y el orden constitucional», añadió Pastrana.
Durante su Gobierno, Pastrana inició un proceso de paz con las FARC para lo cual creó una zona desmilitarizada de más de 42.000 kilómetros cuadrados en el sur del país, pero los diálogos, que tuvieron como epicentro la localidad de San Vicente del Caguán, en el departamento del Caquetá, fracasaron después de más de tres años.
Además de Pastrana hacen parte de la Comisión el ex alcalde de Bogotá Antanas Mockus; la presidente del partido de izquierdas Polo Democrático Alternativo y ex candidata presidencial Clara López, el cardenal Rubén Salazar, el presidente del grupo Bancolombia, Carlos Raúl Yepes, así como la ex guerrillera del desmovilizado Movimiento 19 de abril (M-19) y ex senadora Vera Grabe, entre otros.
Los vínculos de las FARC con Hezbollah
Es un triángulo que comenzó a gestarse hacia 2008. Se trata del entramado de terrorismo, narcotráfico y territorialidad que fue pactado entre Hugo Chávez, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia(FARC) y el grupo terrorista islámico Hezbollah.
Ese acuerdo recibió su impulso definitivo aquel año, cuando los regímenes de Venezuela y de Irán estrecharon sus lazos definitivamente. Eran tiempos del caudillo bolivariano y del presidente Mahmoud Ahmadinejad. El pacto, desde luego, fue continuado por Nicolás Maduro al pie de la letra.
Las FARC, el grupo insurgente más antiguo de América Latina, son catalogadas por la Unión Europea y los Estados Unidos como un grupo terrorista con una amplia actividad narco en la región. Su penetración comienza en México y se extiende hasta el sur, en la Argentina.
Los lazos que tejió a lo largo de las últimas décadas les proporcionaron los mejores contactos con los capos de los cárteles de la droga más sangrientos. Entre ellos, figura el de Sinaloa. Estos vínculos no cesan, pese a que desde hace dos años las FARC dicen estar impulsando el diálogo de paz con el gobierno constitucional de Colombia.
Fuente: Infobae