El Papa Francisco pasó los últimos cinco días en Ariccia, a casi 40 kilómetros de Roma, acompañado por unos 80 miembros del Curia Romana, reseña el portal católico Catholic.Net.
«El motivo del viaje fueron los ejercicios espirituales de cuaresma, que por primera vez se ha realizado fuera del Vaticano y para la ocasión, cada asistente ha pagado de su bolsillo la estancia. Los participantes, Papa incluído han viajado en dos pullman que partieron desde el Vaticano».
Todos los años el papa y la curia romana realiza un retiro espiritual al inicio de la cuaresma, aunque la realización de los mismos en el Vaticano ponía a los participantes en la dificultad de tener que atender asuntos urgentes e interrumpir la continuidad de retiro. El santo padre Francisco ya había anunciado meses atrás que deseaba que los ejercicios fueran ‘full time’, y su decisión de hacerlos fuera de la Ciudad del Vaticano, en una casa de retiros espirituales, resolvieron el problema en la raíz. Del Papa en estos días sólo llegó un tuit: ‘recen por mi’.
«Este viernes a las 9.00 de esta mañana, en la Casa Divin Maestro de Ariccia, han concluido los ejercicios con el canto de los laudes y la uúltima meditación. Durante estos días, monseñor Angelo De Donatis, párroco de San Marcos Evangelista en el Campigdolio de Roma, ha sido el encargado de hacer las predicaciones», refiere el portal.
«El Santo Padre ha agradecido a don Angelo con estas palabras: ‘Quisiera darle las gracias en mi nombre y en el de todos nosotros, por su ayuda en estos días, su acompañamiento, su escucha… Nosotros ahora volvemos a csa con una buena semilla: la semilla de la Palabra de Dios. Es una buena semilla esa. El Señor enviará la lluvia y esa semilla crecerá.
Crecerá y dará fruto. Damos gracias al Señor por la semilla y por la lluvia que nos enviará, pero también queremos dar gracias al sembrador. Porque usted ha sido el sembrado, y sabe hacerlo, ¡sabe hacerlo! Porque usted arrojo aquí, arroja allí sin darse cuenta – o fingiendo no darse cuenta (ríe) – pero marca, va al centro, va al signo. Gracias por todo esto.
Y le pido que continúe rezando por este ‘sindicato de creyentes’ (ríe) – todos somos pecadores, pero todos queremos seguir a Jesús más de cerca, sin perder la esperanza en la promesa, y también sin perder el sentido del humor – y a veces saludarle de lejos. Gracias, padre.
Fuente: Agencias