El Papa Francisco saluda a los medios de comunicación cuando deja el Santo Spirito en la iglesia de Sassia en Roma después de celebrar la misa de la Fiesta de la Divina Misericordia a puertas cerradas el 19 de abril de 2020 durante el cierre del país destinado a detener la propagación del COVID-19 (nuevo coronavirus ) pandemia. (Foto por Alberto PIZZOLI / AFP)
El papa Francisco afirmó hoy que la pandemia del coronavirus ha amplificado “los problemas y las injusticias socio-económicas que ya afectaban gravemente a Latinoamérica” y ha pedido a la clase política y a la sociedad que eviten la confrontación y recuerden el mestizaje que une a estos pueblos.
En un seminario virtual que se celebra este jueves y mañana bajo el título “América Latina: Iglesia, Papa Francisco y los escenarios de la pandemia” Francisco señaló que la COVID-19 “amplificó y puso en mayor evidencia” esos problemas e injusticias y añadió que afectan “con mayor dureza a los más pobres”.
Este foro está promovido por la Pontificia Comisión para América Latina, la Pontificia Academia de Ciencias Sociales y el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y tiene como objetivo reflexionar y analizar la situación de la pandemia en América Latina, sus consecuencias y las posibles líneas de acción y ayuda solidaria.
El papa ha señalado que, “ante las desigualdades y la discriminación, que aumentan la brecha social, se suman las difíciles condiciones en las que se encuentran los enfermos, y muchas familias que atraviesan tiempos de incertidumbre, y sufren situaciones de injusticia social”.
Criticó que “no todos cuentan con los recursos necesarios para llevar adelante las mínimas medidas de protección” contra el coronavirus, como un “techo seguro donde poder cumplir el distanciamiento social, agua, recursos sanitarios para higienizarse y desinfectar los ambientes, trabajo estable que garantice el acceso a los beneficios, por nombrar los más imprescindibles”.
En este contexto, Francisco pidió a los políticos que orienten “las legítimas diferencias en la búsqueda de soluciones viables” para los pueblos, apuesten por el diálogo y dejen a un lado la confrontación y el “desprestigio del otro”.
“Frente a estos grandes desafíos, pidamos a la (Virgen) Guadalupana que nuestra tierra latinoamericana no se desmadre, es decir: que no pierda la memoria de su madre. Que la crisis, lejos de separarnos, nos ayude a recuperar y valorar la conciencia de ese mestizaje común que nos hermana y nos vuelve hijos de un mismo Padre. Una vez más nos hará bien recordar que la unidad es superior al conflicto”, indicó.
Insistió en que “la pandemia ha dejado ver lo mejor y lo peor” de las personas y los pueblos y que por eso “ahora, más que nunca, es necesario retomar la conciencia” de pertenencia común.
“El virus nos recuerda que la mejor forma de cuidarnos es aprendiendo a cuidar y proteger a los que tenemos al lado: conciencia de barrio, conciencia de pueblo, conciencia de región, conciencia de casa común”, argumentó.
También dijo que además de la pandemia “existen otros malestares sociales —la falta de techo, la falta de tierra y la falta de trabajo, las famosas tres ‘T’— que requieren una respuesta generosa y una atención inmediata”.
Finalmente, mencionó la necesidad de cuidar el medio ambiente y dijo que muchas personas “además de sufrir el embate de la pandemia, ven con tristeza que el ecosistema de su entorno está en serio peligro por los incendios forestales que destruyen extensas zonas como el pantanal, la Amazonia, que son el pulmón de América Latina y del mundo”.
EFE