El papa Francisco dijo el miércoles que los empleadores deben respetar la dignidad de los trabajadores, sobre todo de los inmigrantes, pese a las dificultades económicas generadas por la crisis del coronavirus.
“Es cierto que la crisis afecta a todos, pero la dignidad de la persona debe ser respetada siempre”, afirmó Francisco al final de su audiencia general, celebrada en la librería papal en vez de en la Plaza de San Pedro por las medidas de confinamiento vigentes en Italia.
Según dijo, recibió numerosos mensajes sobre problemas laborales el 1 de mayo, el día en que la mayoría de los países celebra los derechos de los trabajadores.
Francisco dijo que quiere defender a “todos los trabajadores explotados e invitó a todos a que conviertan la crisis en una ocasión en la que la dignidad de la persona y del trabajo pueda volver a estar en el centro de las cosas”.
El pontífice hizo una mención especial a la explotación de los trabajadores agrícolas en Italia, inmigrantes en su mayoría.
En las últimas semanas ha habido una serie de arrestos en Italia de propietarios de granjas y mafiosos que reclutaban y supervisaban a los trabajadores en el campo. Los mafiosos eran, en su mayoría, también inmigrantes.
La semana pasada, tres dueños de granjas y un inmigrante de Gambia fueron arrestados acusados de explotar a unos 50 migrantes en la región sureña de Puglia.
En otro caso reciente, tres albaneses que trabajaban como mafiosos para una bodega en el norte de Italia fueron detenidos por obligar a inmigrantes a trabajar hasta 10 horas al día sin descanso y por bajos salarios.
