La Corte Suprema británica examinará a partir del lunes a quién, entre Nicolás Maduro y Juan Guaidó, corresponde el disputado control de mil millones de dólares en oro de las reservas de Venezuela depositadas en el Banco de Inglaterra.
Cinco magistrados de la más alta jurisdicción escucharán entre el lunes y el jueves los argumentos de ambas partes en esta querella que inició hace más de un año y que ha visto a la justicia inglesa dar la razón alternativamente a uno y a otro.
Se trata de determinar «si el gobierno británico ha reconocido al presidente interino Guaidó como jefe de Estado de Venezuela. En caso afirmativo, si cualquier impugnación de la validez de los nombramientos hechos por Guaidó en la junta del Banco Central de Venezuela es justiciable en un tribunal inglés», explicó la corte.
Decisiones contradictorias
El régimen de Maduro, a través del Banco Central de Venezuela presidido por Calixto Ortega, lleva casi tres años intentando sin éxito recuperar 32 toneladas de oro de la reserva nacional. Estas están valoradas en mil millones de dólares y se encuentran guardadas en las cámaras acorazadas del Banco de Inglaterra.
Pero la Asamblea Nacional de Venezuela, dominada entonces por la oposición y presidida por Guaidó, nombró en julio de 2019 a su propia dirección ad hoc del Banco Central venezolano. En este sentido, pidió a Londres que no entregase los lingotes, asegurando que podrían servir para reprimir al pueblo o llenar los bolsillos de un régimen que califica de «cleptócrata».
Aseguraron además, necesitar el dinero para combatir la pandemia del covid-19. Caracas se querelló en mayo de 2020 contra el Banco de Inglaterra y argumentó que la causa era urgente debido a la crisis humanitaria.
Pero la institución, que custodia fondos para numerosos países, dijo verse atrapada entre dos grupos rivales que le daban instrucciones contradictorias. Por ello, pidió a la justicia que, antes de decidir el destino final del oro, se resolviese quién tiene su control.
Fallo del tribunal a favor de Guaidó
Desde entonces, un juzgado comercial de Londres falló en julio de 2020 que el gobierno británico había reconocido a Guaidó como presidente interino. También que la «doctrina de la voz única» le otorgaba el poder de decir el destino de los fondos del país en el extranjero.
Pero tres meses después el Tribunal de Apelaciones remitió el caso por considerar que ese reconocimiento podía ser en realidad una mera declaración política. Además, que era posible que el ejecutivo de Johnson siguiese reconociendo «de facto» a la administración de Maduro.
En diciembre, la Corte Suprema concedió a los representantes de Guaidó permiso para recurrir esa orden y en abril a la parte contraria para contrarrecurrir.
¿Quién es el «presidente»?
«Después de 12 meses, el caso sigue analizando cuestiones preliminares relacionadas con la autoridad», lamentaron los abogados de Maduro en un comunicado el viernes.
«Hasta que se decida la apelación, Juan Guaidó sigue siendo reconocido por el Reino Unido como el único presidente legítimo y constitucional de Venezuela, sin reconocimiento oficial de Maduro», afirman por su parte los abogados de este.
Guaidó dejó de presidir la Asamblea Nacional a raíz de las legislativas de diciembre que devolvieron el control del parlamento a Maduro. Estas estuvieron boicoteadas por casi toda la oposición y marcadas por una alta abstención del 69 %.
Londres no reconoce la legitimidad de la nueva cámara y ha reiterado su apoyo a Guaidó y a la Asamblea Nacional elegida en 2015. Pero, sigue manteniendo su embajada en Caracas y relaciones diplomáticas mínimas con la administración bolivariana. Hecho que esta última utiliza para argumentar su legitimidad.
La existencia de dos «presidentes» rivales lleva tiempo dificultando que el régimen de Maduro pueda acceder a los fondos del país en el sistema financiero internacional.
Si la Corte Suprema británica acaba dando la razón a la junta del Banco Central de Venezuela nombrada por Guaidó, sentaría un precedente que la oposición espera utilizar para recuperar activos venezolanos depositados en otros bancos centrales europeos.
Fuente: El Nacional
Por: Maria Laura Espinoza
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