Te encuentras en una discoteca y ves a una persona atractiva con la que te gustaría tener algo más que una simple amistad. Te acercas, coqueteas y al final acaban yéndose juntos a casa. Te atrae mucho, te parece guapísimo y es muy simpático, pero llegan a la cama y falta ese click, esa conexión que nada tiene que ver con lo que haya fuera.
Cada persona es un mundo y en el momento del sexo nunca sabes con quién vas a conectar mejor, e incluso la conexión puede disminuir a medida que pasan los años en una relación debido a la monotonía.
Para evitar esto, los expertos recomiendan ir introduciendo novedades en nuestros momentos de sexo, como los juguetes sexuales, el uso del Kamasutra e, incluso, probar con el tantrismo. Según explican en la web de belelu.com “en el Tantra, tener un orgasmo es más que una liberación fídica de energía de los genitales. Es un estado que experimenta el cuerpo entero, de energía extática que lo recorre completo. El orgasmo es probablemente uno de los procesos más sagrados disponibles como seres físicos. Es muy valioso darse cuenta de que hay muchos niveles que se pueden experimentar”.
Asimismo, este portal web señala que, aunque cualquier orgasmo es una satisfacción físicamente hablando, existen cuatro niveles que hacen que el clímax alcanzado sea más bueno o menos.
Primer nivel
El orgasmo provoca en nosotros una satisfacción física enorme pero no existe entre las dos personas una conexión emocional o espiritual que nos haga sentirlo como algo tan pleno. Durante el orgasmo, en este nivel experimentas contracciones involuntarias y cuando acabas puedes o desear abrazar a la otra persona o estar solo. Aquí puede llegar el momento incómodo en el que a uno le apetece mostrar su cariño y el otro prefiere dar la espalda. ¿No te ha pasado nunca?
Segundo nivel
La satisfacción física es mayor que en el nivel anterior y, además, comienza a haber una conexión espiritual y emocional. Las dos personas tienen un mayor deseo de cuidar al otro y el cuerpo se encuentra radiante, enrojecido y con cosquilleos.
Tercer nivel
La conexión en este nivel es mucho más grande. Ya no solo se busca la satisfacción, sino que existe un deseo de dar, sentir y acariciar a la otra persona. Sorprende a veces la felicidad que se muestra en este nivel por estar con ese acompañante y te encuentras riendo. Además, tienes más ganas de hablar y tu cuerpo vibra.
Cuarto nivel
Este sería el clímax máximo de una relación sexual en la que el amor está presente. La felicidad se palpa por todos los lados y se da una conexión abierta y de corazón.
Depende del momento de tu vida en el que te encuentres te apetecerá experimentar un nivel u otro. Ninguno tiene por qué ser más placentero, sino que todo depende de si lo que quieres es tener una conexión sexual o amorosa.
