El Nacional vuelve a la calle

El Nacional vuelve a la calle

Durante una semana entera nuestra edición impresa no circuló como de costumbre y vaya que fueron unos días intensos en noticias nacionales e internacionales. La razón, como bien lo hemos explicado en los comunicados que aparecieron en nuestro sitio web, obedecía a una diferencia en la interpretación y alcance de los decretos presidenciales sobre el aumento del salario mínimo y su incidencia en lo acordado en el contrato colectivo.

 

 

 

Respetuosos como hemos sido siempre de los acuerdos con los trabajadores, insistimos en las conversaciones tranquilas que nos permitieran limar las diferencias con respecto a nuestros puntos de vista sobre el problema central en cuestión. Lamentablemente se nos impidió la entrada a las instalaciones y de esa manera nos vimos en la situación de no poder cumplir con la redacción y la impresión en papel.

 

 

 

Sin embargo, siguiendo nuestra tradición de respeto a los procedimientos establecidos y a lo pautado en las leyes vigentes, acudimos a través de nuestros abogados a las instancias que nos permitieran superar cualquier impedimento y lograr en el menor tiempo posible un acuerdo entre las partes, en bien de todos los que constituimos la C.A. Editora El Nacional.

 

 

 

No obstante esta actitud serena y comprensiva, dirigida siempre a buscar un clima de trabajo pacífico, tranquilo y sensato, no significa de ninguna manera que estemos dispuestos a tolerar acciones de violencia que impidan acceder a las instalaciones a quienes sí quieren cumplir con sus labores. Nuestra responsabilidad está centrada en la totalidad de los trabajadores sin discriminación alguna y, por ello mismo, está en nuestras manos garantizar la seguridad interna, la integridad física y el respeto personal en todo momento.

 

 

 

Así como está estrictamente prohibido dirigirse a los trabajadores en términos groseros e insultantes, exigimos el mismo trato para el resto del personal cualquiera sea su posición dentro de la empresa. Gracias a este respeto mutuo se puede desarrollar una labor de tanta responsabilidad social como lo es el periodismo.

 

 

 

Desde su fundación, El Nacional se alejó significativamente de cualquier modelo basado en la confrontación y el maltrato de sus trabajadores. Esa tradición se ha mantenido sin interrupciones a lo largo de los 75 años que lleva de existencia este periódico sin que, aún en los peores momentos de represión policial y persecución contra sus directivos y trabajadores, se haya ejercido violencia alguna en nuestras instalaciones.

 

 

 

Un diario como El Nacional no escapa a los incidentes y el choque de criterios entre quienes laboran dentro del proceso de sacar a la calle un periódico crítico e independiente. Pero otra cosa muy distinta sucede cuando esas diferencias de criterio toman un carácter violento y ofensivo contra los trabajadores de otro sindicato que reclama, con toda justicia, su derecho al trabajo consagrado en la Constitución Nacional.

 

 

 

Ese comportamiento revela además un irrespeto contra el compañerismo y la fraternidad que debe privar siempre entre quienes comparten un mismo sitio de trabajo y que, además, padecen las mismas miserias de la actual crisis económica.

 

 

Editorial de El Nacional

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