El mundo del atletismo se prepara para un momento histórico. Usain Bolt, el mejor velocista de todos los tiempos, disputa hoy su última prueba antes de retirarse, el relevo 4×100 metros del Mundial de Londres 2017. El resultado será lo de menos, aunque el mundo espera verle despedirse con su duodécimo título mundial.
El guión de su adiós no será perfecto, ya que falló en su intento de ganar el título de la prueba reina, los 100 metros, el pasado sábado, teniendo que conformarse con el bronce, detrás de los estadounidenses Justin Gatlin y Christian Coleman.
Pero esa pequeña mancha en su inmaculado historial no restará un ápice a su grandeza. Y es que se va el más grande. El clon de Michael Jordan o Muhammad Ali pero en el atletismo.
Un final feliz sería que el cuarteto jamaicano, del que formará parte Bolt, se corone campeón del mundo. Sería el último desfile glorioso del atleta jamaicano de casi 31 años de edad, después de haber ganado 14 medallas, 11 de ellas de oro, en mundiales, y 8 títulos olímpicos.
El recuento de sus éxitos es inagotable. En 100 metros tiene tres títulos mundiales y se le escaparon dos. También sumó cuatro títulos mundiales en 200 metros, que aunque es su prueba favorita, no quiso correrla en Londres, prefiriendo gastar sus ya renqueantes energías en la prueba reina de 100 metros y el relevo.
En el relevo, también empezó con una plata en Osaka-2007, para cosechar oro en los cuatro mundiales siguientes. En los Juegos Olímpicos se marchó invicto, haciendo triplete de 100, 200 y 4×100 metros en Pekín 2008, Londres 2012 y Río 2016, aunque sus nueve títulos serían reducidos a ocho al ser despojado del oro en el relevo de los Juegos chinos debido a un positivo por dopaje de su compañero Nesta Carter.
Aunque la amenaza de EE UU es fuerte, Bolt tratará de marcharse con una sonrisa de vencedor y de paso sumar su decimoquinta medalla en un mundial, cuando ahora comparte el récord de metales en unos mundiales con su compatriota Merlene Ottey y la estadounidense Allyson Felix.
El mito Bolt se acaba hoy sobre las pistas, aunque no en el recuerdo. Se va el más grande.
El Nacional
María L. Espinoza