Tres minutos y 40 segundos bastaron para que el gobierno venezolano castigara a los dos principales presos políticos del país. Tres minutos y 40 segundos, que son los que dura el vídeo que el dirigente Leopoldo López logró grabar en la cárcel militar de Ramo Verde, donde anuncia que, ante el deterioro de la situación del país, él y Daniel Ceballos, alcalde destituido de San Cristóbal, iniciaban una huelga de hambre y pedían a los venezolanos manifestarse pacíficamente el próximo sábado.
Al descubrir la grabación -que ya está en internet-, el gobierno envió a Ceballos a una de las cárceles más peligrosas del país y aisló a López en una celda de castigo. La madrugada del sábado comenzó la represión. A Ceballos, que lleva dos días en huelga de hambre, le raparon el cabello y le colocaron un uniforme amarillo de preso común para que funcionarios de Inteligencia lo trasladaran al centro de procesados 26 de julio en San Juan de los Morros, en Guárico. «Daniel está muy golpeado emocionalmente. Está mal. Lo humillaron y lo golpearon, pero sigue firme», afirmó el responsable político de Voluntad Popular, Freddy Guevara.
Ceballos acababa de ganar la candidatura a diputado por San Cristóbal en las elecciones primarias que realizó la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática, de cara a los comicios parlamentarios que deben hacerse este año, pero de los que se desconoce la fecha. Esa, justamente, era una de las peticiones de López en el vídeo. Que el dirigente gané en esas elecciones es la esperanza de la oposición para que salga de la cárcel.
ALEX VÁSQUEZ








