En agosto de 2014 fue detenido por el Cpbez en el 18 de Octubre. Un mes después, conoció a Greilys en el centro de Maracaibo. Dos entradas a tribunales tuvo Espinoza entre 2010 y 2012. En 2014 fue detenido por el Cpbez. Del 18 de Octubre “lo corrieron” por agresión a su expareja.
Desde hacía unos cuatro años su nombre sembraba terror y zozobra entre habitantes del sector 18 de Octubre, de Maracaibo.
Según vecinos, Manuel Alejandro Espinoza Roa, de 27 años, el “Monstruo de Santa Rosa”, no discriminaba las horas del día ni de la noche para azotar, junto a otros hampones, a residentes de esa y otras zonas aledañas, al norte de la ciudad.
“Bajo la falsa imagen de un ‘perrocalentero’ se dedicaba, junto a otros delincuentes, al tráfico de droga, robo y hurto. Él era muy violento. Nadie lo quería por el sector”, recordaron, ayer, residentes del callejón La Salina, en 18 de Octubre.
Allí, a cinco días del espeluznante cuádruple crimen, siguen impactados por lo que Espinoza fue capaz de hacer .
Antiguos vecinos comentaron que Espinoza maltrataba constantemente a su expareja, con quien tuvo un hijo.
“En ese tiempo, las peleas y los golpes eran frecuentes. Espinoza tuvo que escapar del ‘18’ porque la comunidad lo presionó. Después que cometió el horrendo crimen en Santa Rosa (domingo 6 de septiembre), se rumoró que se había enconchado aquí en ‘El 18’, pero es mentira. Por aquí nadie quiere a ese criminal”, sostuvo un vecino de La Salina.
En la zona norte le temen de nuevo. No salen del impacto que les causó saber que Espinoza violó y asesinó a su actual mujer, Greilys Ortega, de 25 años, y a tres de los cuatro pequeños hijos de ella: Manuel José, de 6 años; Yusbelys Margarita, de 7 años; y Miguel Efraín, de 9.
El archivo delictivo de Espinoza se abrió justo en 2010, cuando le otorgaron sustituva de libertad por el delito de hurto calificado.
Desde ese momento, y en menos de seis años, Espinoza, natural de Trujillo, pasó de ser un azote de barrio a ser el hombre más buscado por las autoridades policiales a lo largo y ancho de cinco estados del occidente venezolano.
Ayer en la mañana, voceros del Cicpc informaron que, además del Zulia, “Espinoza es activamente buscado en Lara, Trujillo, Mérida y Falcón. Solo en tierras zulianas unos 30 funcionarios policiales están desplegados para dar con el autor del cuádruple homicidio”, reveló un informante.
Tanto los vecinos de Santa Rosa, como los del 18 de Octubre de Maracaibo, esperan que haya justicia. Dolidos aún, esperan que “El Monstruo” que acabó con la vida de Greilys y sus tres angelitos pague con cárcel este hecho que enluta a la capital zuliana.
El expediente negro
2010
Hurto calificado
El trajinar delictivo del “Monstruo” de Santa Rosa inició en 2010, con su detención por Polimaracaibo en la avenida
El Milagro. Había entrado —junto a otro hampón— en la discoteca Picasso, en la plaza del Buen Maestro. Allí se le identificó, se dejó asentada su dirección, en el barrio 18 de Octubre.
Intentó robar “un televisor de pantalla plana de 42 pulgadas” pero fue sorprendido por los vigilantes que dieron parte a una patrulla que pasaba por el lugar. Lo apresaron en flagrancia, y lo presentaron ante el tribunal 11° de Control.
Le dieron medida sustitutiva de privativa de libertad, con presentación en el tribunal cada 30 días y prohibición de salida del país. Ante el tribunal, declaró ser de estado civil concubino, y de profesión peluquero, según reza en el expediente cuya causa es la número 11C-204-10.
En Valera, donde nació, acumuló un registro un año antes, 2009, por porte ilícito de armas, según el Sistema de Información Policial (Siipol).
2012 Acoso u hostigamiento. El “Monstruo” siempre ha estado relacionado con el 18 de Octubre. El 21 de agosto de ese año fue presentado ante los tribunales en Funciones de Control, Audiencias y Medidas con Competencia en Materia de Delitos de Violencia contra las Mujeres del Zulia. Lo denunció una vecina del sector.
La señora, cansada de los daños que causaba Espinoza en su casa, llevó su queja ante la prefectura (intendencia), que extendió una orden de alejamiento, que Espinoza no cumplió. Ese tribunal le reiteró la orden de alejamiento, y la justicia lo fue cercando, sin éxito: esta vez le volvieron a aplicar medida sustitutiva de libertad, presentación cada 15 días y prohibición de salida del Zulia.
La resolución es la No. 1539-12. “Lo denuncié por violencia psicológica”, reza en acta la declaración de la víctima. “Se mete en mi casa y vive amenazando de muerte a los miembros de mi familia”, detalló. Lo apresó el Cpbez y lo llevaron a la coordinación de Coquivacoa y Juana de Ávila.
2014
Preso hace un año
A Espinoza lo detuvo el Cpbez, el 16 de agosto de 2014, según consta en una nota de prensa de ese cuerpo policial. Lo apresaron a las 8:30 am de ese sábado, y “tras ser verificado ante el Sistema Integrado de Información Policial (Siipol) se conoció que se encontraba solicitado ante la justicia”, reza el boletín.
Tenía prontuario por porte ilícito de arma de fuego y violencia de género.
Lo solicitaba —desde 2011—el mismo tribunal que le llevó el proceso de 2010: el 11° de Control. “Efectivos del centro de coordinación policial Coquivacoa realizaban el patrullaje en el 18 de Octubre, y Espinoza, al ver al Cpbez, mostró una actitud sospechosa”, se cita.
“Estaba ingiriendo bebidas alcohólicas con un grupo de personas en una esquina”.
Los familiares de Greilys Ortega dijeron que fue, justo en septiembre del año pasado cuando conoció a “El Monstruo”. Un mes después de haber sido detenido por el Cpbez.
2015
Homicidio intencional
El lunes 7 de septiembre, a mediodía, Maracaibo quedó en total conmoción. Un rumor fue corriendo de boca en boca por toda Santa Rosa de Agua, arrancando lágrimas, indignación e impotencia entre los habitantes del populoso sector.
Dentro de una casa en el callejón Ayacucho, una bebé no dejaba de llorar. Era la hija de Greilys Ortega, de 25.
A pesar que varias veces llamaron a la puerta, no salió. Una joven brincó la cerca, atisbó por una ventana y vio, horrorizada, los cuerpos ensangrentados de la propia Greilys y sus hijos Miguel (9), Yusbelys (7) y Manuel (6). Estaban muertos desde la madrugada. Las sospechas giraron, inmediatamente, hacia Manuel Espinoza Roa.
La policía levantó los cadáveres. El estudio forense determinó que todos habían sido abusados sexualmente. “El Monstruo”, desapareció.Pena máxima podría enfrentar por estos delitos, según penalistas consultados.
Fuente: Panorama