El mítico San Siro, la historia del Milan y el talento de Mario Balotelli desafían la ambición, el crecimiento y la sensacional temporada del Atlético de Madrid, en el partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, una prueba de fuego y de alta intensidad para el equipo rojiblanco.
Los números son del Atlético, con cinco victorias y un empate en esa edición de la Liga de Campeones y con una impactante trayectoria en la Liga española, en la que compite con Barcelona y Real Madrid por el título; la experiencia es del Milan, un equipo ahora lejos del nivel que marca su brillante palmarés con siete Copas de Europa.
Sin miedo, pero con respeto. Así viaja el equipo rojiblanco, que aterrizó este mediodía en Milán con el avión oficial decorado en sus laterales con una foto de Luis Aragonés, en homenaje a uno de los futbolistas más grandes y el técnico más importante de la historia del club rojiblanco que falleció el pasado 1 de febrero.
Mañana espera un encuentro marcado en rojo en el calendario del equipo madrileño, porque vuelve a los octavos de la Liga de Campeones después de cinco años -desde 2009-, por la entidad del rival, por el escenario, el legendario San Siro, y porque no renuncia a nada esta campaña. Ni en la Liga ni en la ‘Champions’.
También es un partido muy importante para el Milan, que quiere cambiar su nefasto año, en el que tan sólo suma 32 puntos y está lejos hasta de la zona de las competiciones europeas, apoyado en la llegada de su nuevo técnico, el holandés Clarence Seedorf, y en la capacidad goleadora de su figura: el delantero Mario Balotelli.
El atacante internacional italiano y su golazo del pasado viernes al Bolonia avisan al Atlético del potencial de un futbolista que marca diferencias, pero también imprevisible, al que el conjunto rojiblanco combatirá con máxima atención en cada jugada, en cada detalle, y firmeza en defensa, la menos goleada de la Liga española.
Desde su fiabilidad atrás, su intensidad durante los 90 minutos, sus contraataques y su poder ofensivo, liderado por Diego Costa con 26 tantos oficiales en este curso, cuatro en 196 minutos jugados en la Liga de Campeones, el Atlético saldrá a por el triunfo en Milan, como han remarcado todos sus jugadores en las últimas horas.
Mañana, en la mente del equipo madrileño y del argentino Diego Simeone, su técnico, no importa que la vuelta sea en el estadio Vicente Calderón. Siempre da una prioridad máxima al primer encuentro, el que empieza a decidir cualquier eliminatoria, ya sea en casa o fuera, por lo que una victoria reforzaría esa idea.
El entrenador ya tiene definido su once para este miércoles. Sólo habrá un cambio respecto al del pasado sábado ante el Valladolid (3-0): el brasileño Joao Miranda por el belga Toby Alderweireld. Los demás serán los mismos del último encuentro, en una alineación sin David Villa ni Diego Ribas, que comenzarán el duelo como suplentes.
En la portería estará Thibaut Courtois; en defensa jugarán Juanfran Torres, Joao Miranda, Diego Godín y Emiliano Insua; en el medio campo formarán Arda Turan, Gabi Fernández, Mario Suárez y Koke Resurrección; y la delantera será para Raúl García y Diego Costa, con la duda de si el navarro jugará en punta o algo más retrasado.
Ese será el once del Atlético, con las bajas por lesión de Tiago Mendes, Filipe Luis y Javi Manquillo y que estará arropado por más de dos mil aficionados en las gradas del estadio Giuseppe Meazza, el escenario de un encuentro exigente para el equipo madrileño, pero también para un Milan por debajo de las expectativas en este curso.
El equipo italiano, al que el propietario del club, Silvio Berlusconi, le transmitió hoy su apoyo en Milanello, la ciudad deportiva de los «rossoneri», es noveno en la clasificación de la Liga de su país, con el mismo número de triunfos, empates y derrotas (8), y está a 31 puntos del liderato de la tabla del Juventus.
El Milan ha cambiado respecto a la fase de grupos, en la que pasó como segundo de su cuarteto con dos victorias, tres igualadas y un partido perdido, con la sustitución en el banquillo de Massimiliano Allegri por el exjugador holandés Clarence Seedorf, que ha devuelto la ilusión aunque no los resultados.
Con Seedorf como entrenador, el Milan ha conseguido importantes victorias contra el Cagliari y la última frente al Bolonia, con gol de Mario Balotelli, pero también tristes empates y un 3-1 encajado ante el Nápoles.
Todo indica que Seedorf, con las bajas por sanción de Riccardo Montolivo y Sulley Muntari y por lesión del brasileño Robinho, El Shaarawy o el colombiano Cristian Zapata, entre otros, pondrá todo su potencial ofensivo en el terreno de juego, en un once pendiente del brasileño Kaká, que será duda hasta el último momento por unas molestias en el tobillo, como ha reconocido hoy el propio técnico.
El entrenador desveló que el futbolista aún «no está en las mejores condiciones» por esa lesión y valorará en las próximas horas su participación en el partido. En caso de no jugar el exmadridista, su lugar podría estar ocupado por Giampaolo Pazzini, un delantero natural que ocuparía mañana una posición más atrás como media punta.
Otra novedad podrá ser la presencia en el campo del marroquí Adel Taarabt, uno de sus fichajes invernales, que convenció en el pasado encuentro y que junto a Andrea Poli serán los dos jóvenes jugadores de banda, ambos con 23 años, frente al Atlético de Madrid.
Por delante estará Balotelli, sin duda el hombre capaz de desequilibrar el partido, pero todo dependerá de su estado de ánimo, pues en los últimos encuentros ha pasado de las lágrimas en el banquillo a la satisfacción del gol contra el Bolonia.
A la defensa volverá el francés Philiphe Mexes, tras el descanso de la pasada jornada, así como también Emanuelson, que ocupará el puesto de Constant, mientras que el francés Adil Rami, ex del Valencia, se estrenará en la Liga de Campeones con el conjunto ‘rossonero’, con el que ha sido inscrito para las eliminatorias.
En el medio centro, Seedorf incluirá mucho músculo. Sin Montolivo, fuera del partido por sanción, el ghanés Michael Essien, fichado en el mercado invernal, jugará junto al holandés Nigel De Jong.
Fuente:meridiano