Durante los primeros once meses del año, el mercado farmacéutico nacional experimentó un crecimiento sólido del 16,75% en volumen, alcanzando un total de 355,1 millones de unidades distribuidas. Según el boletín Faro Farmacéutico de Laboratorios Leti, aunque el acumulado anual es positivo, el mes de noviembre mostró una desaceleración puntual con la comercialización de 32,7 millones de unidades, lo que representa una variación del -8,89% en el ritmo mensual.
Este ajuste en el ciclo de distribución se atribuye a factores como la escasez de crédito comercial, la indexación de cuentas, los cambios en los ciclos de reposición de inventarios y la ampliación de los canales de distribución.
En términos de accesibilidad, el sector registra actualmente 12.820 presentaciones activas, con un consumo promedio de 12 unidades anuales por persona. Destaca además la competitividad de precios en el país, donde la unidad promedia los 4,21 USD, una cifra significativamente menor a los 7,79 USD que promedia el resto de Latinoamérica.
Este escenario ha sido sostenido principalmente por la industria local, que lideró el suministro con una participación del 75,45% en el crecimiento total del sector, aportando 38,4 millones de unidades y mejorando la disponibilidad en las categorías de mayor prevalencia.
Un motor fundamental de este dinamismo ha sido el segmento de medicamentos genéricos, que ya representa el 48,5% del mercado total con 172,2 millones de unidades comercializadas. Este rubro creció un 24,57% respecto al año anterior, impulsado mayoritariamente por la fabricación nacional, que generó el 80,98% de dichas unidades.
De igual forma, las presentaciones de contenido reducido han ganado terreno como una estrategia de adaptación al poder adquisitivo, logrando una participación del 47% dentro del mercado de genéricos y aportando el 22,8% del total de medicamentos distribuidos en el país.
En conjunto, estos indicadores reflejan una industria nacional fortalecida que ha logrado diversificar su portafolio y ajustar su oferta a la realidad económica del consumidor.
Fuente: El Impulso











