Por primera vez en la historia de venezolanos en las Grandes Ligas, uno de los nuestros fue electo como el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional. Antes, Miguel Cabrera (2012 y 2013) y José Altuve (2017) conquistaron en la Liga Americana ese galardón, que es resultado de la votación que realiza anualmente la Asociación de Escritores de Beisbol de América (Estados Unidos).
Ronald José Acuña Blanco -Ronald Acuña Jr., en su hoja de servicios peloteriles- apenas va a cumplir 26 años el próximo 18 de diciembre. Es también el más joven de los venezolanos en alcanzar la distinción MVP. Y ha sido electo por unanimidad. Sin ninguna clase de duda. Es el mejor.
Nacido en La Sabana, ahora parte del estado La Guaira, hijo del también jugador Ronald Acuña, está emparentado con la saga de los Escobar: su tío José Escobar jugó en las Grandes Ligas, al igual que sus primos Kelvim Escobar, Alcides Escobar, Edwin Escobar y Vicente Campos.
Su temporada de 2023 de la que se deriva su premio es una de las mejores que cualquier jugador del país haya cumplido en los más de 80 años de presencia venezolana en el beisbol de Estados Unidos, desde que el 23 de abril de 1939 debutara Alejandro «el Patón» Carrasquel, con el uniforme de los Senadores de Washington.
En este deporte de infinidad de estadísticas, Acuña Jr. se adueñó de algunas de las más relevantes. Fue el líder de ambas ligas en bases alcanzadas, hits, carreras anotadas, bases robadas y porcentaje de embasado. Como primer bate de su equipo, los Bravos de Atlanta, contribuyó a hacerlo el club más ganador en la temporada de este año.
Pero lo más extraordinario de Acuña es la combinación de poder y velocidad. El portal Baseball Reference lo reconoce como el número uno de todo el beisbol al sumar 41 jonrones y 73 bases robadas. Nadie en la historia había llegado a tal registro. Es decir, puede sacar la pelota del campo con un batazo o puede enloquecer a la defensa contraria con su desparpajo y habilidad en las bases. Y hace lo uno y lo otro con demasiada frecuencia.
Además, y para nada menor, Acuña aumentó de forma notoria en 2023 su capacidad para golpear esas bolas que viajan hasta la caja de bateo a 150 kilómetros por hora y fallar cada vez menos. Le pega a la pelota más duro que todos los demás, la envía más lejos que otros extraordinarios bateadores y, otra vez, lo hace con excesiva frecuencia.
Su manager en Atlanta, Brian Snitker, no deja de repetir, tras cada hazaña del venezolano, que se trata de un «jugador especial» por el que vale comprar una entrada un día y el siguiente y una noche más. Dicen los expertos que es el más completo de los peloteros venezolanos de ahora y siempre. Pero nada justifica, sin embargo, el apodo que cierta prensa local emplea para referirse a Acuña: «el abusador». Nada edificante. El MVP basta por ahora. Con todos los méritos y todo el futuro en la punta de su bate y en sus spikes.
“Un sueño hecho realidad”, dijo Acuña el jueves por la noche, antes de debutar en la liga venezolana con su equipo Tiburones de La Guaira. Y, para variar, dio jonrón. ¡Felicidades sabanero!
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Editorial de El Nacional