El posible lanzamiento de Apple Reality Pro en septiembre causa preocupación en el entorno del proyecto. Las estimaciones de venta habrían bajado drásticamente en la compañía.
El desarrollo de las gafas VR de Apple, conocido como Apple Reality Pro, se habría visto afectado por la falta de implicación de Tim Cook, CEO de la compañía. El proyecto, que ha requerido una inversión anual de más de 1.000 millones de dólares, ha sufrido cambios y retrasos significativos desde el inicio de su desarrollo.
Tim Cook estaría experimentando dificultades para ganar la confianza de ejecutivos clave, según informes de Bloomberg. Los miembros del equipo compararían la relativa falta de implicación de Cook con el enfoque obsesivo y detallista de su predecesor, Steve Jobs, quien trabajaba en estrecha colaboración con el ejecutivo principal de diseño, Jony Ive, que abandonó el proyecto.
Varios altos cargos, incluyendo el jefe de software de Apple, Craig Federighi, y el ejecutivo de hardware, Johnny Srouji, ya han manifestado preocupaciones acerca de las gafas de realidad virtual de Apple, ya que podrían considerar que diseñar los chips de alto rendimiento que requiere podría distraer en enfoque en los nuevos componentes de iPhone que generan más ingresos.
Se espera que el dispositivo sea presentado en septiembre, pero hay dudas sobre el precio y la acogida. Así, los miembros del personal expresaron en The New York Times: «preocupaciones sobre el precio de aproximadamente 3.000 dólares del dispositivo, dudas sobre su utilidad y preocupaciones sobre un mercado no probado».
Ante estas inquietudes internas, el verdadero desafío para el éxito del proyecto radica en la respuesta de los consumidores, y Apple ha decidido situar el precio de salida del casco de realidad mixta a precio de coste. Además, la compañía ha revisado a la baja sus estimaciones de ventas, pasando de 3 millones de unidades anuales a 900.000.
Apple Reality Pro vs Gafas de realidad aumentada
El exejecutivo de Apple, Jony Ive, abogaba por un enfoque portátil al máximo, mientras que el equipo encabezado por Mike Rockwell favorecía un dispositivo que dependiera de una estación base de tamaño similar a un Mac mini. Al final, la escisión ha resultado en dos proyectos diferentes.
Las gafas VR autónomas soñadas por Ive tardarán al menos cuatro años en llegar, después de que Apple decidiera posponer el desarrollo de cualquier producto importante en ese ámbito, según informa Bloomberg.
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