El jefe de la inteligencia británica, Andrew Parker, ha afirmado que las revelaciones de Edward Snowden sobre el espionaje británico son un regalo para los terroristas porque debilitan la capacidad de los servicios de seguridad para detener los ataques mortales contra Occidente.
En una intervención pública inusualmente franca, el director general del MI5, Andrew Parker, justificó que sus agentes lean y escuchen las comunicaciones para frustrar los ataques importantes.
El alcance de la vigilancia de EE.UU. y Gran Bretaña se puso al descubierto en los medios de comunicación gracias a los documentos filtrados por el ex agente de la NSA, Edward Snowden, algo que provocó un escándalo de espionaje que enfrentó a Barack Obama contra del Kremlin.
Parker ha tachado de sin sentido la idea de que los espías británicos accedan «gratuitamente» los datos privados de los inocentes, como la policía secreta de la Alemania Oriental comunista o Corea del Norte. Aunque no mencionó el nombre de Snowden, Parker advirtió sobre el peligro de las revelaciones sobre el trabajo de la agencia, conocida como GCHQ. «Causa un daño enorme hacer público el alcance y los límites de las técnicas del GCHQ. Tales informaciones en manos de los terroristas suponen una enorme ventaja», aseguró.
En un claro intento por empujar a los políticos hacia una legislación que permita una mayor vigilancia de las comunicaciones, Parker dijo que los cambios en las comunicaciones electrónicas podrían erosionar la capacidad del MI5 para hacer frente a los problemas. «No podemos trabajar sin herramientas», aseguró.
Fuente ABC