Al menos 64 personas murieron en un atentado con un coche-bomba en un mercado de la populosa barriada Sadr City, en la periferia de Bagdad, dijeron fuentes policiales y médicas citadas por la BBC. Poco después dos suicidas se volaron al norte y oeste de la ciudad dejando un saldo de 18 muertos, en una jornada que tiño de sangre a la capital iraquí.
El primer atentado ocurrió alrededor de las 10 de la mañana (en la madrugada argentina) cerca de un mercado.
El ataque es similar a otros cometidos recientemente por el ISIS, que desde 2014 controla zonas importantes de Irak.
El ISIS viene cometiendo mortíferos atentados en las últimas semanas en zonas de Bagdad habitadas por musulmanes shiítas, a los que considera herejes.
La agencia de noticias Amaq, que apoya al ISIS, aseguró que el atentado fue cometido por un suicida.
La seguridad venía mejorado gradualmente en Bagdad, que sufría atentados a diario hace una década, pero los ataques contra las fuerzas de seguridad y los civiles siguen siendo frecuentes y los atentados más graves a veces llegan acompañados de ataques en represalia. La jornada de hoy marcó un renovado interés por blancos civiles.
El grupo terrorista asumió la autoría de los ataques de hoy. Informó que sus mártires habían logrado infiltrarse en una agrupación shiíta denominada Multitud Renegada, en el norte y oeste de la ciudad, donde se inmolaron.
«El primer mártir logró activar su cinturón de explosivos en la entrada del barrio de Al Kazemiya, mientras que el otro mártir logró infiltrarse en un puesto de control de la ‘Multitud Renegada’ en el barrio de Al Adl, lo que causó 120 milicianos muertos y heridos», añadió la nota.
Por su parte, una fuente de la Policía iraquí, dijo que en Al Kazemiya murieron doce personas.
La misma fuente dijo que en Al Adl murieron unos seis.
Los ataques también causaron grandes destrozos materiales en coches y edificios cercanos.
Hora antes, el ISIS había asumido ser el responsable del atentado con coche bomba cerca de un mercado en Ciudad Sadr.
La lucha contra el ISIS la violencia sectaria que sufre desde hace años Irak, principalmente entre shiítas y sunnitas. Esta violencia amenaza además con socavar los esfuerzos para derrotar a esos terroristas que controlan amplias zonas en el norte y en el oeste del país desde 2014.
Clarín