Vas a un espectáculo de focas que juegan con pelotas, delfines que bailan u orcas que saltan. Parece divertido, pero sin saberlo, estás ante uno de los mayores actos de crueldad animal. Poco se sabía realmente acerca del tema, hasta que se estrenó el documental Blackfish, que retrata de forma cruda la vida de estos animales en SeaWorld, uno de los parques más grandes en su tipo en Estados Unidos.
El sufrimiento de las orcas en cautiverio
Las orcas nadan alrededor de 160 kilómetros por día, pues los océanos les brindan un espacio más que suficiente para ello. Dicha realidad es muy distante a la que vive Tilikum, una de las estrellas de SeaWorld, cuyo tanque es equivalente a lo que para los humanos sería una bañera.
Pese a esto, Tilikum permanece allí desde hace 20 años, capturada cuando apenas tenía dos años de edad (es la orca en cautiverio más grande del mundo), llegó a SeaWorld luego de ser capturada en las cercanías de Islandia junto a otros dos ejemplares, uno de ellos el protagonista del clásico film Liberen a Willy.
Estas ballenas, también conocidas como ballenas asesinas, que en realidad pertenecen a la familia de los delfines, no son especies violentas, pero Tilikum mató a tres personas. Queda preguntarse qué provocó ese comportamiento tan inusual en esta orca.
Tilikum es un macho y se lo considera una verdadera fábrica de fertilidad. En sus 20 años en cautiverio, engendró 12 hijos, ya sea en contacto directa con hembras o vía inseminación artificial. Una orca recién nacida se vende por altas cantidades de dinero a otros parques, en los que sufren la misma suerte que sus progenitores, reportándole a los dueños miles de millones de dólares en ganancias.
Cuando no está actuando, Tilikum vive en prisión, en la que apenas puede moverse, lo que le provoca problemas psicológicos. Incluso el personal del acuario lo trata con benzodiazepinas para que el espectáculo pueda continuar. Blackfish, documental estrenado en 2013, muestra crudamente cómo Tilikum vive una absoluta tortura y cuáles son las causas por las que, literalmente, se haya convertido en una ballena asesina.
¿Por qué las orcas en cautiverio matan humanos?
En libertad no existe ningún caso de humanos atacados por orcas, su apodo se debe a su gran capacidad como cazadoras, pero en realidad son animales dóciles, extremadamente inteligentes y muy sociales, viviendo en grupo y pudiendo comunicarse entre si.
Entonces, por qué esta ballena mató a 3 humanos en los años 1991, 1999 y 2010. Justamente es lo que procura explicar Blackfish, un documental que se convirtió en bandera de lucha para los activistas de los derechos de los animales, creando conciencia en la gente.
¿Imagina estar atrapado en una habitación con un área de apenas 1 metro cuadrado en el que solo cabe tu cuerpo y no tienes contacto con otros humanos durante 20 años? Eso enloquecería a cualquier humano y lo mismo le pasa a Tilikum. Testimonios de sus ex entradores y trabajadores de SeaWorld nos hablan de un animal estresado al máximo, con altos niveles de ansiedad y una distorsión completa de lo que ocurre cuando debe salir a actuar.
La primera vez que Tilikum mató a un humano, fue un accidente. Al saltar y realizar trucos en el agua, la mantuvo sumergida por demasiado tiempo, no puedes esperar que un animal tenga en claro cuánto tiempo puede permanecer una persona bajo el agua.
El segundo caso es más controvertido. Se cree que un hombre traspasó la seguridad del parque, ingresando al tanque de Tilikum, donde fue encontrado muerto al día siguiente por hipotermia, pero presentando mordeduras en sus genitales.
El tercer y quizá más controvertido caso en que Tilikum estuvo involucrado también fue el que marcó la linea argumental de Blackfish. Se trata de Dawn Brancheau, entrenadora del animal. Se cree que la orca enloqueció, desatando una furia que llevaba dentro por ya 20 años.
En SeaWorld hablan de un lamentable accidente, pero expertos en el tema coinciden de que se trató de incidente provocado por una orca que perdió completamente la razón. Tras la muerte de Dawn, Tilikum salió de exhibición por un año, pero actualmente sigue presentándose en el parque oceánico y viviendo una tortuosa existencia.
Fuente: Ojo Curioso
