Desde hace más de cinco años el robo y hurto de vehículos se han transformado en unas de las actividades delictivas que más víctimas acumula a diario en Venezuela.
Si en el país hubo, en promedio, 44 homicidios al día el año pasado, de acuerdo con las cifras suministradas por el Ministerio de Relaciones Interiores, el promedio de vehículos que cambió de manos por la acción del hampa fue de 105 carros.
En Caracas es recibido 45% de las denuncias que se formulan por estos delitos en todo el país, según fuentes policiales. En promedio, son 50 casos diarios.
El ex jefe de la Dirección de Vehículos de la policía judicial, comisario jubilado Sergio González, señaló que desde 2012 el robo y el hurto de automóviles y motos han duplicado su frecuencia en el área metropolitana.
Los delincuentes dedicados a esta actividad a menudo intentan incrementar sus ganancias llevando al dueño del auto hasta su vivienda para sacar de ella la mayor cantidad de bienes. Esto fue lo que sucedió ayer en la madrugada con Orlando Delgado, asaltado en El Marqués y llevado hasta el apartamento en el que reside con su familia en Los Chaguaramos.
Pero este no ha sido el único caso reportado. El 5 de marzo ocurrió un episodio similar en Terrazas del Club Hípico, cuando un constructor fue atacado en la salida de su casa. Los hampones no sólo se llevaron la camioneta de la víctima llena de enseres, sino que también intentaron secuestrar a una de sus hijas. En el proceso fueron capturados por agentes de Polibaruta.
Pero esta es una excepción. En la mayoría de los casos, según González, los delincuentes aprovechan la ausencia de vigilancia. Así sucedió en casos reportados durante los últimos 15 días en El Marqués y El Hatillo.
Áreas de riesgo
Datos aportados por el Cicpc indican que Petare, La California, El Marqués y el triángulo Valle Abajo-Los Chaguaramos-Santa Mónica son actualmente los lugares de Caracas donde ocurre la mayoría de los robos y hurtos de vehículos.
Uno de los modelos más buscados por los ladrones es el Ford Fiesta Power. Pero esta semana también se llevaron un viejo Ford Del Rey. El objetivo es usar los vehículos para cometer otros delitos y también desarmarlos para vender sus piezas, según González.
“Es necesario analizar la casuística para determinar las zonas de riesgo y designar a grupos especiales que trabajen durante las horas con mayor número de reportes. Los policías no pueden caer en la rutina porque de inmediato los delincuentes se dan cuenta”, advirtió.
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