Habitantes, conductores y personal del hospital Vargas viven en alerta debido al repunte de robos que se vive en la zona desde hace unos meses. Han tenido que adaptar sus horarios para evitar el encuentro con los antisociales, que andan en motos y a pie, armados hasta los dientes.
Una comerciante que prefirió no identificarse señaló que los policías se hacen «los locos» cuando llaman a denunciar los robos. «Ponen sus alcabalas por raticos solo para martillar y después se van», dijo.
En la calle San Francisquito a Recondo a Puente Carmelo están hartos. Los vecinos cuentan que los delincuentes tratan de esconderse en la calle cuando los atrapan robando los carros de los estudiantes de la escuela de medicina José María Vargas. «A toda hora es guillotina porque se la pasan atracando a los camioneteros y transeuntes que van al hospital», dijo José Campos.
Por su parte, Wilfredo Contreras, conductor de línea Coche-Vargas, explicó que hace unas semanas un hombre que estaba parado frente al centro de salud lo apuntó con un arma para despojarlo del dinero que hizo en el día. «Esto es todo el tiempo, estamos cansados», apuntó desde su unidad.
El personal del hospital también vive en jaque. Hace unas semanas un grupo armado robó un lote de cestatickets del mes de julio. Marianela Bentacourt, secretaria general de Sunepsas, agregó que el director del hospital y efectivos de la Policía Nacional se reunieron para fijar estrategias de seguridad.
«Es una situación bárbara la que se vive en los hospitales de Caracas», denunció luego que la empresa que traía los tickets de alimentación para reponer los que fueron robados se marchara del hospital porque no había ninguna autoridad para recibirlos. «No puede ser no hay insumos, cestatickets y menos seguridad», ponderó.
Fuente: ÚN
