El Gobierno y la oposición venezolana tienen previsto retomar mañana, jueves, en Santo Domingo las conversaciones después de que la última ronda del diálogo concluyera el pasado 15 de diciembre con avances aunque sin lograr un acuerdo.
Al término de las conversaciones de diciembre pasado, ambas partes destacaron los avances pero reconocieron que necesitaban más tiempo para llegar a un acuerdo que permita una salida a la grave crisis política y económica que vive este país.
En esa ocasión, el anfitrión del diálogo, el presidente Danilo Medina, explicó que aunque había «grandes avances» todavía hay algunos temas que discutir por lo que se fijó una nueva cita el 12 de enero, precedida por una reunión de trabajo el día anterior en la que habrá dos comisiones.
Medina también señaló que no se podía anunciar ninguno de los avances porque hasta que «no se aborde el conjunto total de los temas y se llegue a acuerdos o desacuerdo sobre ellos no podemos anunciar ninguno porque de un tema depende el siguiente».
En el marco de ese diálogo fueron liberados en la víspera de Nochebuena 44 políticos presos en Venezuela, una de las solicitudes que ha hecho la parte opositora en esas conversaciones, aunque aún se exige la excarcelación de más de 200 antichavistas privados de libertad.
Además la oposición exige en este diálogo cambios en el Consejo Electoral, del que desconfían, la restitución de los poderes del Parlamento, de mayoría opositora, y la apertura de un canal humanitario para la entrada de alimentos y medicinas al país.
El oficialismo pide por su parte la aceptación de la Asamblea Nacional Constituyente, así como también el levantamiento de las sanciones financieras de Estados Unidos.
El diálogo político venezolano se inició formalmente el 1 de diciembre en República Dominicana, después de que quedaran en el aire durante varias semanas las conversaciones que se dieron en septiembre.
Las conversaciones cuentan con la participación de los países acompañantes del proceso, representados por sus cancilleres, así como del expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero.
Chile y México son los países observadores del diálogo a instancia de la oposición, mientras que Bolivia, Nicaragua y San Vicente y Granadinas son los invitados por el Gobierno de Nicolás Maduro.
El pasado 8 de enero, el canciller de México, Luis Videgaray, dijo que México buscará promover una solución en la crisis venezolana, pero siempre y cuando las condiciones para su participación como observador en este proceso sean «idóneas»,
Sobre la participación de México como observador, Videgaray aseguró que el país actúa «de buena fe» y de manera «diplomática», y afirmó que la negociación política «entre venezolanos» debe llevar a una solución.
El canciller dijo el domingo en una entrevista en televisión que la permanencia de México y Chile como observadores del diálogo para superar la crisis política de Venezuela quedaba en entredicho debido a «algunas decisiones que ha tomado el Gobierno venezolano después de la última ronda de negociación».
EFE