Los países desarrollados y emergentes reunidos en el G20 se propusieron hoy en la declaración final de la cumbre de Brisbane, Australia, crecer un 2,1 % adicional respecto de las previsiones de los organismos internacionales.
En una cumbre ensombrecida por el conflicto en Ucrania, el primer ministro australiano, Tony Abbott, proclamó satisfecho que el mundo será un lugar mejor con ese crecimiento añadido, que supera a la meta inicial fijada, que era de un dos por ciento adicional, indicó DPA.
«La recuperación global es lenta, desigual y no está creando los puestos de trabajo que se necesitan», constatan pese a todo los jefes de Estado y de gobierno, y subrayan que sigue habiendo riesgos, tanto financieros como por tensiones geopolíticas.
Es el caso de Ucrania, que desde el principio amenazaba con amargar la cumbre. Abbott había amenazado con confrontar abiertamente al presidente ruso, Vladimir Putin, por su apoyo a los separatistas ucranianos que Australia cree derribaron un avión de pasajeros en julio pasado.
Entre los 298 muertos había 38 australianos o residentes en Australia, por lo que Putin se ha convertido en una figura muy poco popular en este país. Los tabloides recibieron al presidente con titulares que lo comparaban con Rasputín o mostraban a un oso pardo con gorro ruso a punto de entrar en combate con un canguro.
Abbott no hizo al final reproches públicos a Putin ni el tema se trató en las sesiones de trabajo, según coincidieron varias fuentes de delegaciones, pero el mandatario recibió una reprimenda por parte del presidente estadounidense Barack Obama, que lo llamó «agresor» en un discurso en la Universidad de Queensland.
Putin dijo no sentirse satisfecho con el resultado de la cumbre y con las presiones y volvió a repetir el discurso de Moscú, que es que Rusia ni tiene tropas ni armas en Ucrania ni se inmiscuye en el conflicto. Y se fue antes de la firma oficial del documento final, alegando que le esperaba un largo viaje y que mañana lunes tiene que trabajar. Fue más un gesto que una protesta en toda regla, pero un gesto claro.
Por otro lado, Obama aclaró que Estados Unidos y la Unión Europea (UE) no planean nuevas sanciones contra Rusia. En un encuentro con líderes europeos, entre ellos la canciller alemana, Angela Merkel y el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, el mandatario coincidió con ellos en que se tiene que respetar la «integridad territorial de Ucrania».
Putin se reunió durante varias horas además en la noche del viernes con Merkel y con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, sin que ninguna parte cambiara de posición.
De vuelta a la agenda económica, el Plan de Acción de Brisbane, con su 2,1% extra, prevé un aumento del PIB de dos billones de dólares y la creación de «millones de puestos de trabajo», que el G20 subrayó que deben ser de «empleo de calidad».
También se aprobó una mayor inversión en infraestructuras, con la creación de un centro de promoción de las mismas en Sydney, y una mayor regulación de los mercados financieros, inclusive la llamada «banca en la sombra», que elude hasta ahora los controles que se hacen a los bancos. «Pero aún queda mucho trabajo por hacer para crear un sistema financiero más fuerte y resistente», se concluye.
Merkel se felicitó de que los contribuyentes «nunca más» tengan que pagar el rescate de bancos de sus bolsillos, mientras el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, se paseó orgulloso tras ser elogiado ampliamente por varios líderes por la recuperación económica de su país. Abbott le pidió, de hecho, que hablara de sus reformas para que sirvieran de ejemplo.
«Yo estuve en una cumbre antes del G20, en Los Cabos, México. Y ahí se hablaba de cuándo y cómo iba a ser el rescate a España. Dos años después lo que se le pide a España es que explique las reformas estructurales que ha aplicado», sentenció Rajoy en la rueda de prensa de cierre.
«Para mí es un orgullo que los españoles sean vistos como ejemplo de superación (…) Ahora estamos recogiendo los primeros resultados de una tarea bien hecha», se congratuló.
Según pudo saber dpa, fue a petición de Obama que en el último momento se incluyó en el texto la exigencia de que el crecimiento sea equilibrado e inclusivo, con el objetivo de reducir la pobreza, como pedían las organizaciones humanitarias. Los activistas criticaron que Australia ni siquiera quería hablar inicialmente de la brecha entre ricos y pobres.
La directora de Oxfam, Winnie Byanyima, saludó los planes de crecimiento del G20 pero reclamó que «el 40 por ciento más pobre se vea más beneficiado que el 10 por ciento más rico». También se criticó que la meta de expansión se haga en base a programas que no son nuevos, sino que fueron «presentados de una forma nueva» para la cumbre.
«Si una mujer africana se pregunta qué beneficios le depara el G20, tiene pocos motivos para la esperanza», criticó Tim Costello, presidente del grupo de la sociedad civil C20.
Por otro lado, el intercambio automático de información fiscal entre los países no comenzará hasta 2017 o incluso finales de 2018. Las grandes empresas podrán seguir aprovechando hasta entonces las posibilidades del sistema para evitar el pago de impuestos, pese al compromiso que subraya la declaración de que «las ganancias deben pagar impuestos allí donde se realizan las actividades económicas que generan esas ganancias».
Por su parte, Argentina consiguió una victoria al incluir en el documento un pedido para crear un nuevo margo legal para la renegociación de la deuda de los países, que evite que puedan producirse litigios legales como el que la enfrenta ahora a los fondos especulativos que compraron sus bonos.
Y Rusia, Brasil, China, la India y Sudáfrica criticaron a Estados Unidos por bloquear la reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI). «Estamos profundamente decepcionados con la continua demora en avanzar en la cuota del FMI», señala el texto, que «urge a Estados Unidos a ratificarlas». Si esto no ocurre hasta finales de año, los miembros de G20 se reservan el derecho de buscar soluciones alternativas y piden al FMI que trabaje en ellas.
Fuente: EU