Los espías buscaron información sobre las sanciones de EU a Rusia desde 2012 hasta fines de 2014 en la ciudad de Nueva York (Getty Images).
Los hombres que algunas veces dicen que se necesitan reunir para intercambiar boletos, pero que nunca van o incluso quienes discuten un evento deportivo o un concierto.
Alguna vez hablaron de ir a ver una película. Pero ahí quedó.
La razón de esta desconcertante conducta, de acuerdo con una denuncia federal desclasificada el lunes es que los hombres eran espías rusos que intercambiaban información en la ciudad de Nueva York.
Utilizaban boletos y otros objetos del día a día —como libros, sombrillas y sombreros— como parte de sus códigos. Cuando se veían, en cientos de ocasiones entre principios de 2012 y finales de 2014, era en lugares públicos para evitar que los vigilaran.
En estas cortas reuniones, un hombre entregaba una maleta, una revista o un pedazo de papel al otro.
Presunto agente encubierto
Pero el FBI se encontraba escuchándolos y viéndolos. El lunes en Nueva York, las autoridades arrestaron a uno de los hombres, quien supuestamente trabajaba como agente encubierto para el gobierno ruso.
Fue identificado como Evgeny Buryakov, de 39 años, un supuesto trabajador de un banco ruso en Nueva York, de acuerdo con la denuncia federal.
El hombre se había reunido con Igor Sporyshev, de 40, quien trabajaba como representante del gobierno ruso en Nueva York, de acuerdo con el documento.
Victo Podobnyy, un hombre con 27 años de trayectoria en la misión rusa en Naciones Unidas, también fue acusado de formar parte de la conspiración.
«Recursos de inteligencia extremadamente valiosos»
Los tres hombres están acusados de trabajar para la agencia de inteligencia rusa, la SVR.
Sporyshev y Podobnyy, quien ya no vive en Estados Unidos y no ha sido arrestado, cuenta con inmunidad diplomática debido a sus puestos en el gobierno ruso.
Pero Buryakov, quien entró al país como un ciudadano, se encontraba operando bajo un esquema de «encubrimiento no oficial».
Los agentes como él, conocidos como NOCs, reciben generalmente “menos escrutinio por parte del gobierno que los contrata y, en muchos casos, no pueden ser identificados como agentes de inteligencia”, indicó un comunicado de las autoridades de justica estadounidenses.
“Como resultado, un NOC es un recurso extremadamente valioso para la SVR”, planteó el comunicado.
Intentos para reclutar ciudadanos estadounidenses
Buryakov necesitaba a los otros dos hombres para obtener mensajes para y desde los sistemas de comunicación de la oficina de la SVR en Nueva York, de acuerdo con las autoridades. Al ser un agente encubierto, no se podía acercar a las oficinas.
Se cree que los temas sobre los que los hombres reunieron inteligencia se encontraba relacionada con las posibles sanciones de Estados Unidos a Rusia y a los esfuerzos por generar energía alternativa.
Sporyshev y Podobnyy intentaron reclutar a ciudadanos estadounidenses como fuentes de inteligencia en Nueva York, indicó la denuncia.
Los objetivos incluían a personas que trabajaban para “grandes compañías” y “mujeres jóvenes relacionadas con las universidades ubicadas en Nueva York”, de acuerdo con las autoridades.
«No volaría helicópteros»
El FBI dijo en la denuncia que durante la vigilancia a los hombres, los escuchó discutir algunos aspectos de su trabajo.
En una conversación, Podobnyy supuestamente comentó su técnica para reclutar fuentes, entre las que se incluían “engañar, prometer favores y deshacerse de la fuente una vez que diera información relevante a la SVR”, de acuerdo con las autoridades.
Pero en otra discusión, aparentemente se quejó con Sporyshev sobre lo aburrido de su trabajo diario, diciendo que “no estaba ni cerca” de las películas de James Bond.
“Por supuesto, no volaría helicópteros, pero pretendería ser alguien más por lo menos”, comentó.
Al parecer, Sporyshev se lamentó porque “pensaba que al menos viajaría al extranjero con un pasaporte diferente”.
El espía atrapado
Los dos hombres hablaron acerca del desenmascaramiento de una red de espías rusos en Estados Unidos durante 2010.
En ese caso, 11 empleados de inteligencia, que vivían en Estados Unidos como agentes durmientes, fueron arrestados y luego intercambiados con Moscú por otros espías.
De acuerdo con la denuncia, Podobnyy sugirió que los agentes “no podían hacer nada”.
“Estudiaron a algunas personas, consiguieron algunas salidas, pero no obtuvieron ningún material”, indicó.
Las investigaciones del FBI sobre Buryakov, Sporyshev y Podobnyy comenzó “unos meses después” del caso de 2010, de acuerdo con el buró.
La fuente encubierta del FBI
Una fuente del FBI se encontró con Burkayov en verano de 2014, cubierto por un representante de un empresario que deseaba invertir en un casino en Rusia.
Durante las reuniones, Buryakov “demostró su fuerte deseo por obtener información sobre los temas ajenos a su trabajo como empleado del banco”, informaron las autoridades.
También aceptó documentos que la fuente, dijo, había llevado de una agencia del gobierno de Estados Unidos y “presuntamente contenía información potencialmente útil para Rusia, incluyendo información sobre las sanciones estadounidenses contra los rusos”, informó la justicia estadounidense en un comunicado.
Los espías rusos están «entre nosotros»
Los fiscales anunciaron cargos contra Buryakov el lunes, Sporyshev y Podobnyy en dos cortes. La primera es por participar en una conspiración para que Buryakov actuara en Estados Unidos como agente del gobierno extranjero sin primero notificar al Abogado General, lo que comprende cinco años de cárcel.
En segundo término, Buryakov cuenta con cargos por actuar contra el gobierno de Estados Unidos como agente extranjero sin notificar al Abogado General, mientras que Sporyshev y Podobnyy tienen cargos por ayudar y permitir esa ofensa. La sentencia máxima por eso es de 10 años de prisión.
Los cargos y el arresto de Buryakov “dejan en claro que —más de dos décadas tras el fin de la Guerra Fría— los espías rusos siguen buscando cómo operar entre nosotros de forma encubierta”, informó el abogado de Estados Unidos Preet Bharara.
Un juez federal en Manhattan ordenó el lunes la aprehensión de Buryakov, debido a que se le considera un riesgo, comunicó la oficina del Abogado General de Estados Unidos.
Su defensora pública, Sabrina Shroff, habló con The New York Times. Se negó a comentar los cargos, aunque asegura que pidió una fianza ya que Buryakov no representa un peligro para la comunidad, reportó el diario.
Fuente: CNN México
Escrito por: Jethro Mullen
Fuente: CNN México