El expresidente del Gobierno español Adolfo Suárez, de 81 años de edad, clave en la transición democrática, se encuentra en grave estado de salud, según informó hoy su hijo, quien anunció que «el desenlace es inminente».
Suárez ingresó el pasado lunes en una clínica de Madrid con un problema respiratorio relacionado con la enfermedad de Alzheimer que padece desde hace años.
«Estamos en manos de Dios. Es inminente», dijo en rueda de prensa su hijo Adolfo Suárez Illana entre lágrimas tras asegurar que había informado previamente de la situación al rey Juan Carlos y al actual jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy.
La enfermedad neurodegenerativa que Suarez padece desde hace años «ha avanzado mucho y todo hace indicar que el desenlace es inminente», dijo Suárez Illana, quien precisó que el «horizonte temporal que nos planteamos no supera las 48 horas».
Según apuntó, estos dos últimos días en el hospital «han sido felices» porque Adolfo Suárez ha estado rodeado de sus hijos, nietos y hermanos y les ha regalado «mas sonrisas» que en los últimos cinco años.
«Cuando he bajado aquí todavía me estaba sonriendo» afirmó Suárez Illana de su padre, de quien subrayó que protagonizó junto con el rey Juan Carlos un momento único de la historia de España, cuyo rumbo cambiaron ambos, en alusión a la transición democrática.
«Sin su ayuda España no habría volado nunca ni tan alto ni tan lejos», añadió.
Adolfo Suárez ha recibido ya la extremaunción y «está en paz», según su hijo, quien recordó que la familia lleva 11 años preparándose para este momento, en referencia a la enfermedad degenerativa que padece.
Suárez accedió a la presidencia del Gobierno en 1976 y fue un político decisivo en la transición desde el régimen franquista hasta la democracia.
Permaneció al frente del Ejecutivo hasta 1981 y ganó dos elecciones legislativas en 1977 y 1979, al frente de Unión del Centro Democrático.
Abandonó el cargo en enero de 1981, un mes antes de un intento de golpe de Estado que tuvo lugar con la entrada de guardias civiles y militares en el Congreso durante la sesión de investidura de su sucesor, Leopoldo Calvo-Sotelo.
Fuente: Agencias